Los libros contables que hundirían a JOH, expresidente de Honduras

Sentada en una mesa de plástico dentro de una cárcel de mujeres a las afueras de Tegucigalpa, a Erika Bandy le temblaban los labios al hablar de su esposo. 

«En su último mensaje me dijo que él sabía que lo iban a matar, y que si él perdía la vida, me suplicaba que dijera todo lo que supiera públicamente para salvar mi vida. Que no me callara», dijo Bandy, con una mirada temerosa, pero decidida. «Estaba arrepentido de haber guardado silencio».

Unas semanas antes de que Bandy se reuniera con los investigadores de InSight Crime, el 26 de octubre de 2019, miembros de una pandilla habían asesinado brutalmente a su esposo, Nery Orlando López Sanabria. El hecho tuvo lugar dentro de una prisión de máxima seguridad en el noroeste de Honduras, donde le dispararon varias veces y luego apuñalaron repetidamente su cuerpo inerte.  

El asesinato ocurrió poco después de que, en junio de 2018, se descubrieran los narcolibros de contabilidad que estaban en posesión de Bandy y López. Los libros fueron utilizados por los fiscales estadounidenses para ayudar a condenar al hermano del entonces presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, por cargos de narcotráfico en un tribunal federal de Nueva York. 

Ahora, más de cuatro años después, los libros contables volverán a presentarse como prueba en un juicio por narcotráfico –esta vez contra el expresidente Hernández– que comenzará el 12 de febrero en el Distrito Sur de Nueva York.

Los fiscales acusan a Hernández de aceptar millones de dólares en sobornos de narcotraficantes y de supervisar un «narcoestado» mientras era presidente. El asesinato de López tenía como objetivo impedir su posible cooperación contra Hernández y otros, según la acusación. 

En un caso construído principalmente sobre el testimonio de antiguos narcotraficantes que ahora cooperan como testigos, los libros contables son una prueba crucial. 

Hernández ha negado las acusaciones, alegando su cooperación con Estados Unidos en políticas antidroga y de inmigración, así como su papel en la aprobación de una enmienda constitucional que pavimentó el camino para la extradición de hondureños acusados de narcotráfico. 

Hernández fue extraditado a Estados Unidos pocos meses después de dejar el cargo, en enero de 2022.

Bandy –quizás la única persona, aparte de López, que podría haber interpretado de forma definitiva el contenido de los libros de contabilidad– finalmente sufrió un destino similar al de su marido. Pero antes de morir, habló con InSight Crime en una entrevista inédita.

InSight Crime entrevistó a más de veinte fuentes, entre ellas confidentes de López y Bandy, y obtuvo numerosos expedientes judiciales relacionados con la pareja, así como una copia íntegra de los libros de contabilidad. Este reportaje cuenta la historia de cómo los libros de contabilidad cayeron en manos de las autoridades, y por qué López y Bandy temían ser asesinados por su conexión con las pruebas que podrían resultar clave en el próximo juicio de Hernández.

Inicios

Vestida con una blusa negra, un cárdigan azul claro y grandes aretes dorados en sus orejas, Bandy relató en la entrevista de 2019 cómo conoció a López. Una década antes, en 2009, la pareja tuvo un encuentro casual mientras visitaban un bufete de abogados. Por aquel entonces, López vendía automóviles usados. Bandy era una viuda de 26 años con dos hijos. Su primer marido había sido secuestrado y asesinado el año anterior en un crimen que nunca se resolvió. 

López procedía de una familia de campesinos, mientras que Bandy era de terratenientes acomodados. Se casaron en 2010 y Bandy dio a luz a gemelos un año después. Pero una vida tranquila en los suburbios no estaba en las cartas. 

InSightCrime

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