Los Mossos d’Esquadra y la Guàrdia Civil de Tarragona han desmantelado una instalación de minería de criptomonedas ilegal en Ripollet (Barcelona). Según han informado a través de un comunicado, se ha detenido al principal investigado y se han intervenido 85 ordenadores que estaban conectados a la red eléctrica de forma fraudulenta.
Desde 2021 ‘enganchada’. Según confirma el organismo, la mina llevaría operativa desde el año 2021 y habría defraudado cerca de 4,5 millones de euros en consumo eléctrico. La instalación, escondida en una nave clandestina en Ripollet, estaba enganchada ilegalmente a la red. Este tipo de instalaciones consumen una gran cantidad de electricidad y suponen un enorme gasto no solo por los equipos en sí, 85 ordenadores en este caso, sino por los sistemas de refrigeración y ventilación.
Empresas pantalla. Eso es lo que, de acuerdo a los Mossos, usaba el investigado para «desviar los beneficios de la producción de criptomonedas«. Aseguran que el detenido se encargaba del mantenimiento de los equipos, que la investigación sigue abierta y que no se descartan más detenciones. Sea como fuere, el detenido, de 30 años de edad, pasó el 23 de febrero a disposición judicial.
Cómo llegaron hasta aquí. Esta es la última parte de una investigación mayor. Comenzó en el año 2022 a raíz de «informaciones que apuntaban a la existencia de una organización criminal establecida en Tarragona y las Terres de l’Ebre», explican los Mossos. Esta primera fase terminó a principios de año con la detención de once personas vinculadas al tráfico de tabaco y drogas. La organización también se encargaba del transporte terrestre y la puesta en el mar de narcolanchas.
De drogas a cripto. Además, durante esta primera fase se intervinieron 250 kilos de hachís, 22.000 euros en efectivo y 50.000 paquetes de tabaco falsificado. A partir de aquí, los investigadores siguieron la pista de un hombre que suministraba la droga a la organización y, este mismo mes, detectaron que dicho sujeto «regentaba una nave clandestina en Ripollet donde los consumos de electricidad eran desmedidos teniendo en cuenta sus dimensiones». Vigilancias y seguimientos adicionales llevaron a la conclusión de que era una mina de criptomonedas ilegal.
Una cuestión de consumo. El elevado consumo energético de este tipo de instalaciones es una pista clara de que algo raro sucede en su interior. Normalmente, este tipo de indicativos llevan a plantaciones de marihuana, pero una mina de criptomonedas también consume muchísima energía. De hecho, este elevado consumo hizo que China prohibiese la minería de cripto en sus fronteras. Actualmente, se estima que el consumo de energía global derivado de la minería de Bitcoin representa el 0,5% del consumo de energía a nivel global. Solo en 2023, este proceso supuso un consumo de 121,13 TWh.