La trama piramidal que Estados Unidos empezó a desarticular en 2022 tenía una dimensión mucho mayor que la conocida hasta ahora. La Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC) ha anunciado la presentación de cargos contra 17 personas más (ya había dos acusados) por una estafa realizada a través de la firma CriptoFX que prometía grandes rentabilidades con criptomonedas y que llegó a captar más de 300 millones de dólares (más de 275 millones de euros).
Según el documento, el timo piramidal estaba dirigido principalmente a la comunidad latina de Estados Unidos y los afectados son más de 40.000 personas.
El cerebro de la trama, Mauricio Chávez, se presentaba como un experto en criptodivisas dispuesto a enseñar el secreto de su éxito a inversores latinos. Les pedía que le confiasen su dinero bajo promesas de grandes rentabilidades. En realidad, destinó la mayor parte del dinero a pagos que diesen credibilidad el esquema Ponzi, inversiones propias (como la compra de casas, joyas y un coche) y a gastos personales, incluidos en clubes de alterne, según el supervisor financiero estadounidense, según ya advirtió el supervisor estadounidense al ordenar el cese de las operaciones de CryptoFX.
La sede de CryptoFX estaba en Houston (Texas), pero captó dinero de inversores de al menos 10 Estados de Estados Unidos y de otros dos países extranjeros, según la SEC.
La denuncia del supervisor alega que, desde mayo de 2020 hasta octubre de 2022, las 17 personas adicionales acusadas de Texas, California, Luisiana, Illinois y Florida, de edades entre 28 y 60 años, formaron parte de la red CryptoFX y solicitaron dinero a inversores prometiendo de diversas maneras que lograrían rendimientos del 15% al 100% operando con criptoactivos y divisas.
“Denunciamos que CryptoFX era una estafa piramidal de 300 millones de dólares que se dirigía a inversores latinos con promesas de libertad financiera y riqueza que cambiaría sus vidas a partir de inversiones en criptomonedas y divisas ‘sin riesgo’ y ‘garantizadas’”, ha dicho Gurbir S. Grewal, director de la División de Cumplimiento de la SEC, a través de un comunicado.
“Al final, lo único que CryptoFX garantizaba era un rastro de miles y miles de víctimas que se extendía por 10 estados y dos países extranjeros. Un esquema de ese tamaño requiere muchos participantes, y como demuestra la acción de hoy, perseguiremos cargos no solo contra los principales arquitectos de estos esquemas masivos, sino contra todos aquellos que promueven su fraude solicitando ilegalmente dinero a las víctimas”, ha añadido.
En los seminarios que organizaban, aseguraban a las víctimas que se trataba de inversiones libres de riesgo y que su dinero estaba asegurado aunque hubiese una guerra mundial o un apagón generalizado. Se promocionaban también en encuentros por Zoom y a través de las redes sociales. Captaron principalmente inversiones en metálico, desde 500 hasta 300.000 dólares.
Pusieron en marcha un sistema piramidal para que las víctimas trajesen más inversores a la trama. Prometían una comisión del 7% por cada uno de los inversores que captasen y un 3% adicional por los que a su vez trajesen los inversores de segundo nivel. También daban un bonus especial del 3% si los ahorradores captados aportaban sumas a partir de cierto nivel. Millones de dólares los usaron para pagar esas comisiones y dar credibilidad a su esquema de Ponzi.
El pliego de cargos asegura que dos de los acusados, Gabriel Ochoa y Dulce Ochoa, siguieron captando dinero ilegalmente incluso después de que el supervisor intervino CryptoFX en septiembre de 2022. Gabriel Ochoa exigió a dos inversores que anularan sus denuncias ante la SEC para que recuperaran sus inversiones. Otra acusada, María Saravia, supuestamente dijo a los inversores que la acusación de la SEC era falsa.
El nuevo escrito asegura que el cerebro de la trama, Mauricio Sánchez, utilizó un millón de dólares de los inversores para comprarse una casa en Conroe (Texas). El escrito inicial ya hablaba de otra vivienda unifamiliar de 540.000 dólares a nombre de su mujer.
En la denuncia de 2022 contra Chávez y su mano derecha, Giorgio Benvenuto, la SEC alegaba que Chávez se gastó casi 1,5 millones de dólares en llevar un tren de vida de lujo. Entre los gastos que detallaba el organismo supervisor están unos 460.000 dólares gastados en coches, 267.000 dólares en pagos con tarjetas de crédito, 196.000 dólares en compras, incluidos algunos establecimientos de lujo, 186.000 dólares en el hotel Post Oak, establecimiento de cinco estrellas de Houston donde aparentemente había establecido su residencia, 110.000 dólares en viajes, 101.000 en restaurantes, 19.000 dólares más en joyas y 15.000 en clubes de alterne (“establecimientos de ocio para adultos”, los denominaba la SEC). El supervisor cree que también gastaron 30.000 dólares en comprar una peluquería en Houston.