La embajadora de la Unión Europea en Panamá, Isabela Matusz, reconoció que los estándares de la UE sobre Panamá no están ‘ajustados’ con los del Grupo de Acción Financiera (Gafi), algo que debe ser solventado. La representante de la UE, cree que la situación de Panamá debe estar resuelta para finales de año
Para la embajadora de la Unión Europa (UE) en Panamá, Izabela Matusz, es importante que la presencia de este país en la lista europea de jurisdicciones con alto riesgo de blanqueo de capitales, no “opaque” la relación entre ambos sectores.
“Es muy positivo que Panamá le dé tanta importancia a salir de las listas grises, porque para nosotros también es relevante, ya que tenemos una agenda muy grande con este país y no queremos que quede opacada”, dijo a La Estrella de Panamá.
Matusz indicó que desde la Comisión Europea tiene el compromiso de resolver la situación de Panamá en la lista de lavado de activos. “Panamá ya cumplió con todos los requisitos, tanto del Grupo de Acción Financiera (Gafi) como de la Unión Europea, para salir de esa lista”, destacó.
La diplomática comentó que la Comisión Europea presentará la petición “lo antes posible”, cuando finalice el periodo de vacaciones del Parlamento Europeo.
“Es un tema legal entre la Comisión y el Parlamento Europeo, pero vamos a ajustar nuestras listas a las de Gafi, ya que, en estos momentos, no están ajustadas”, agregó. La representante de la UE, cree que esta situación debe estar resuelta para finales de año.
“En materia fiscal, estamos comprometidos con sentarnos a dialogar, para llegar a un entendimiento mutuo, porque acá hay intereses tanto de Panamá como de la UE”, anexó.
El vicecanciller panameño, Carlos Guevara Mann, catalogó la inclusión del país en estas listas como algo “injusto”. “Estas listas son contrarias al espíritu del derecho internacional, bajo criterios que son muy equivocados, como los que mantiene la Unión Europea, en estos momentos”, expresó a este medio.
“No es correcto que la UE ejerza una especie de vigilancia policial sobre otros países, llegando a imponerles sanciones o restricciones que afectan su desarrollo”, analizó.
El funcionario se refirió a la inclusión de Panamá en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, alegando que es “totalmente impresentable” que un país que va a formar parte del organismo con amplio respaldo internacional, esté en estas listas.
“Las autoridades europeas ya han tomado nota de nuestro descontento y solicitud y yo tengo la esperanza de que van a avanzar rápidamente para solucionar esta obstaculización de las relaciones entre los países”, ponderó el vicecanciller.
El 1 de octubre de 2020, Panamá fue incluida en la lista de la UE de “terceros países de alto riesgo”, pero, para marzo de 2024, decidió retirar al país del listado de naciones de alto riesgo por deficiencias estratégicas en la prevención del blanqueo de capitales y financiamiento del terrorismo, al considerar que no presentaba deficiencias estratégicas en su régimen antilavado de activos y contra a financiación del terrorismo (ALA/CFT). Una acción que se debió a la salida de la lista Gafi.
El problema es que, para abril de 2024, el Parlamento Europeo se opuso a sacar al país de la lista europea de jurisdicciones con alto riesgo de blanqueo de capitales como lo había propuesto la Comisión Europea porque, según consideró, “se sospecha que Panamá facilita la evasión del límite máximo de petróleo ruso impuesto por el G-7”.
El canciller de Panamá, Javier Martínez-Acha, dijo en su gira por España que “no vamos a permitir que se nos coloque en listas de manera injusta”, porque “Panamá no es un paraíso fiscal. Somos, en cambio, un paraíso de inversiones, gracias a nuestra seguridad jurídica y nuestra estabilidad financiera y económica”.
El presidente de la República, José Raúl Mulino, alegó, el pasado 8 de julio, que buscará que el país vuelva a ser respetado en la comunidad internacional. “Es impensable que para una cosa seamos buenos para la comunidad internacional y para otras no. No hace sentido y no lo voy a tolerar”, puntualizó, haciendo referencia al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
