Agentes de la Policía Nacional de España y de la policía regional catalana (Mossos d’Esquadra) detuvieron a 14 personas a quienes vincula con el Cártel de Sinaloa y que presuntamente participaron en el secuestro y asesinato
En un comunicado, la policía señaló que la investigación comenzó el pasado 5 de agosto, cuando se localizó el cadáver de un hombre, con signos de violencia y en avanzado estado de descomposición, en una zona boscosa del municipio de Botarell (Tarragona).
Detalló que ya existía una investigación en curso desde el pasado junio, luego de que el padre y la esposa de la víctima denunciaron en Kosvo y en Italia, respectivamente, el secuestro de su familiar en la ciudad catalana de Barcelona.
Aseguraron que los secuestradores habían pedido un rescate de 240,000 euros, por lo que un equipo de la Policía Nacional y de la policía catalana se dio a la tarea de identificar a los perpetradores.
La investigación estableció que el hombre habría sido secuestrado por los miembros de la organización criminal entre el 31 de mayo y el 2 de junio. Posteriormente, los familiares de la víctima en Kosovo recibieron una comunicación de los secuestradores exigiendo el pago de 240,000 euros por su liberación, aportando una fotografía como prueba de vida.
Días después, la familia se puso en contacto con los agentes para informar que habían realizado un pago en criptomonedas ante la presión que tenían y bajo la condición de volver a recibir pruebas de que la víctima estaba viva. En concreto realizaron el pago de 32,000 dólares en un monedero virtual de criptomonedas, siguiendo instrucciones de la organización para dificultar el rastreo del dinero, pero en ningún momento recibieron noticias sobre la víctima y los secuestradores continuaban exigiendo nuevos pagos.
A lo largo de la investigación los especialistas en ciberdelincuencia pudieron identificar a varias personas vinculadas con esta transacción y directamente relacionadas con el secuestro.
Asimismo, el equipo de investigación encontró varios indicios en el interior del vehículo en el que había viajado la víctima desde Italia a Barcelona y que se encontraba en un depósito municipal. Todo apuntó a que los secuestradores habrían utilizado este vehículo para trasladar su cuerpo desde una casa situada en Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona) hasta una zona apartada y boscosa de la población de Botarell (Tarragona). El cuerpo sin vida de la víctima fue encontrado por los investigadores el pasado 5 de agosto en avanzado estado de descomposición.
Vinculación con el Cártel de Sinaloa
La policía española informó que los presuntos secuestradores, vinculados con el Cártel de Sinaloa, están relacionados con delitos de tráfico de drogas a nivel internacional, delitos de lavado de dinero, secuestro y asesinato.
“Recibían paquetes de origen mexicano con metanfetamina impregnada en piezas de ropa que enviaban a Cataluña desde México y una vez en España realizaban el proceso de extracción de la sustancia estupefaciente en un laboratorio que tenían. Aunque vivían en el Maresme y Barcelona, la mayoría tenían una fuerte movilidad internacional hacia varios países europeos y México”, detalló.
La policía cateó los domicilios en los que se encontraban los presuntos secuestradores -la mayoría mexicanos-, lo que dio lugar a la desarticulación de la célula del Cártel de Sinaloa.
Se desplegaron operativos en Barcelona, Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona), Sant Cebrià de Vallalta (Barcelona) y Cabrils (Barcelona), en los que se logró la detención de 14 personas, entre ellas el presunto autor intelectual del secuestro y líder de la organización.
Durante los cateos realizados en cinco domicilios y en un restaurante, se localizó un laboratorio de extracción de metanfetamina impregnada en superficies sólidas como piezas de ropa, así como metanfetamina preparada para el consumo, una gran cantidad de éxtasis y una plantación de marihuana.
También fueron aseguradas armas de fuego, material tecnológico y dinero, así como indicios relacionados directamente con el secuestro y el asesinato de un hombre. Los detenidos, 11 hombres y 3 mujeres, tienen entre 30 y 70 años.
La víctima, de 46 años, trabajaba presuntamente para la organización y había viajado desde Italia a Barcelona para reunirse con algunos de los líderes de la red criminal.
El juzgado de instrucción número 2 de Reus ha mantenido el secreto de las actuaciones durante toda la investigación con el fin de no poner en riesgo ninguna de las gestiones que se estaban realizando y que han permitido la desarticulación de la organización criminal. Con el levantamiento del secreto, los agentes comunicaron a los familiares de la víctima su muerte y la localización de su cuerpo.