La lucha contra la corrupción no está solamente agendada en las medidas a tomar en la República Argentina. A nivel mundial, de acuerdo a los datos del último Índice de Percepción de la Corrupción, realizado en 2018, hay un estancamiento a lo largo de los últimos años. Esto puso en el tapete la importancia que tiene la batalla en relación a la crisis democrática que se vive en todo el mundo.
El índice de Percepción de la Corrupción se conforma de encuestas y evaluaciones realizadas por expertos y miden la corrupción de los sectores públicos de 180 países. La medición va de 0 a 100, mientras menos puntaje tenga el país, más elevada es la corrupción. Según los datos obtenidos, más de un tercio de los países obtienen menos de 50 puntos. Hay solo 20 países que, durante los últimos años han presentado mejoras significativas en sus índices de corrupción, Estonia y Costa de Marfil son algunos de ellos. En Australia, Chile y Malta, los índices, por el contrario, están empeorando.
Argentina está en el puesto número 85, con 40 puntos de 100. De acuerdo al índice del 1017, uno más y que 2015, cinco más.
Los países menos corruptos del mundo son Dinamarca, Nueva Zelanda, con 88 y 87 puntos, respectivamente. Por otro lado, en lo más bajo del ranking de corrupción entre los mismos se encuentran Yemen y Corea del Norte, ambos con 14 puntos. La causa de su corrupción tiene motivos especiales, Yemen se encuentra en una guerra civil, mientras que Corea está gobernada por un régimen totalitario que llevado a un número elevado de la población a la pobreza. Estados Unidos tiene 71 puntos, cuatro menos que en 2017.
Es decir que su nivel de corrupción ha descendido y es el número mínimo que ha conseguido en los últimos siete años. Brasil es el caso contrario, ha bajado dos puntos y tiene 35 puntos. Es el nivel más bajo que ha conseguido en los últimos siete años.
En cuanto a la mejora en la puntuación de Argentina, la presidenta de Transparenta Internacional planteó que se desarrolló un sistema de cobros de sobornos durante la época del kirchnerismo, pero que el nivel de sofisticación de la corrupción a nivel político-empresarial en la actualidad ha desarrollado un crecimiento exponencial. La vinculación entre empresarios y funcionarios del gobierno trajo luz a una serie de sistemas más elaborados en materia de corrupción.
La presidenta de Transparencia Internacional declaró que, para el argentino, “el valor de las normas es relativo y algunas encuestas de cultura constitucional reflejan un escaso apego a las normas en general, empezando por cuestiones muy sencillas como las normas de tránsito”. Además, habló del mecanismo de sanciones. “Son débiles y muchas veces las causas prescriben”, concluyó.
ALD/Elintransigente
