- Las autoridades chilenas advierten sobre el uso de criptomonedas para ocultar activos ilícitos.
- Un fiscal señala la disparidad entre el dinero incautado y la riqueza de las organizaciones criminales.
- Se está formando un equipo especializado para investigar transacciones de criptomonedas.
La Fiscalía de Antofagasta, ubicada en el norte de Chile, ha publicado un informe sobre el probable uso de criptomonedas por parte de organizaciones criminales extranjeras para ocultar activos ilícitos.
Las investigaciones han revelado evidencia de que estas empresas podrían estar utilizando criptomonedas para ocultar sus operaciones financieras, lo que ha desencadenado una respuesta contundente de las fuerzas del orden chilenas.
“Las criptomonedas y las bandas venezolanas representan una nueva sombra oscura del crimen”, dice Juan Carlos Bekios, Fiscal Regional de Antofagasta, en un comunicado de prensa.
Mencionó un caso llamativo en el que, durante una redada masiva a una violenta banda venezolana involucrada en actos criminales como secuestros y tráfico de drogas, sólo se incautaron 70.000 pesos (aproximadamente 90 dólares).
Los activos típicos como automóviles, viviendas y negocios normalmente asociados con estos grupos violentos estaban ausentes, porque su motivación principal es recolectar y mover activos rápidamente.
“Sin embargo, la situación suena extraña”, continuó, “cuando tomamos en cuenta el tipo de estas organizaciones. Por ejemplo, sus actividades las describen como muy inteligentes para mantener su dinero escondido. Su principio de integración sugiere que las criptomonedas son uno de sus principales instrumentos”.
El cambio hacia el crimen sofisticado
La continua transformación de las prácticas delictivas ha exigido la necesaria reorganización de los servicios policiales, que han tenido que adaptar sus flujos de trabajo para hacer frente al crimen organizado.
La Fiscalía de Antofagasta ya ha observado una preocupante tendencia: los delincuentes utilizan cada vez más monedas digitales en lugar de sistemas bancarios tradicionales para evadir el escrutinio legal.
“El panorama del crimen ha cambiado drásticamente”, comentó Bekios. Los sindicatos ahora son más hábiles para mover y ocultar sus fondos.
En tiempos pasados el dinero en efectivo era abundante y lo veíamos con frecuencia, pero eso es historia. Las bandas disfrutan de confidencialidad a través de las criptomonedas, por lo que estamos obligados a investigar estas operaciones a fondo.
Establecer un grupo de trabajo especial
Como reacción a estos crecientes peligros, la Fiscalía de Antofagasta ha iniciado los preparativos para la escalada de las investigaciones relacionadas con las criptomonedas.
En una carta oficial se informó que se crearía un equipo especialmente compuesto para atender esta urgente demanda, encabezado por un fiscal de la Fiscalía de Análisis y Criminalidad Compleja (FACC).
“No nos centramos directamente en los hallazgos incidentales de transacciones con criptomonedas, sino en las acciones preventivas que determinarán qué tipo de organizaciones utilizan estos métodos a nivel nacional o transnacional”, dijo Bekios, señalando la importancia de examinar el flujo de estos canales financieros para completar completamente los esfuerzos policiales.
Enfrentando desafíos
Bekios señaló que, si bien la fiscalía había confiscado algunos criptoactivos en el pasado, las investigaciones futuras requerían un enfoque más eficiente.
“Nuestro objetivo es expandirnos más allá de los activos convencionales con la evolución tecnológica. Es esencial que adquiramos habilidades en el seguimiento de monedas digitales a medida que nos alineamos con las innovaciones tecnológicas concurrentes”, afirmó.
Este ajuste es parte de una tendencia más amplia en la que las agencias policiales están tratando las criptomonedas no solo como un medio de transacciones legítimas, sino también como un vehículo para el lavado de dinero.
El aumento de capacidades permitirá a la Fiscalía de Antofagasta conectar los ámbitos tecnológico e investigativo para lograr el resultado más eficaz.
El camino hacia el control definitivo del crimen digital
La advertencia dada por la Fiscalía de Antofagasta debería ser un serio llamado de atención al mundo sobre los efectos secundarios de la globalización y la tecnología digital en la delincuencia.
El aumento del uso de criptomonedas entre los sindicatos criminales requiere que las fuerzas del orden reciban apoyo a través de medidas proactivas y capacitación especializada.
Reducir el crimen digital en curso, como el que actualmente enfrenta Chile, depende en gran medida del establecimiento de equipos capaces de contrarrestar el uso ilícito de las criptomonedas, protegiendo así la integridad de los sistemas financieros nacionales e internacionales.
Una fuerte colaboración, tácticas innovadoras y un seguimiento firme serán cruciales para desmantelar estas complejas redes y proteger a la sociedad de los efectos de largo alcance del crimen organizado.
Chile ocupa el segundo lugar en volumen de operaciones de criptomonedas
Chile ocupa el segundo lugar en la lista mundial de volumen de operaciones de criptomonedas versus ingreso mensual promedio con un asombroso 94,50%.
Argentina es el competidor más cercano con un 55,86%, mientras que Colombia y Venezuela reportan cifras del 20,60% y 48,34%, respectivamente.
Este ranking, que fue publicado por Cointelegraph en Español a mediados de 2024, marca un cambio decisivo en la economía latinoamericana, donde las criptomonedas ya no son solo especulación, sino una parte insustituible de las finanzas y un componente fundamental de los sistemas económicos de la región.
En un amplio examen realizado por CoinWire, llamado “¿Qué países comercian más?”, se señaló que el único país que supera a Chile es Brasil en los volúmenes de comercio previstos para 2024, que se fijan en más de 105.000 millones de dólares.
El informe elogió a Chile no solo por los grandes volúmenes de comercio, sino también por el significativo nivel de participación de sus ciudadanos en las criptomonedas.
Esta tendencia es indicativa del movimiento de la sociedad hacia las monedas digitales, que cada vez se ven más como una herramienta de inversión, especialmente cuando la comunidad atraviesa algunas experiencias tumultuosas con respecto a la economía.
Además, la investigación enfatiza que los chilenos destinan un segmento sustancial de sus ingresos a gastos en criptomonedas con un promedio de $447 al mes.
Este número anuncia que gastan el 65% de sus salarios mensuales promedio en ello, lo que está en línea con lo que normalmente pagan como alquiler; destacando así la importancia de las criptomonedas en sus decisiones financieras cotidianas.
Frente a la dinámica del mercado mundial de criptomonedas, las masivas inversiones personales de los individuos sirven no solo como catalizador de la necesidad de medidas regulatorias correctas, sino también para una aplicación de la ley llamativa, especialmente en lo que respecta a las amenazas de delitos criptográficos por parte de bandas criminales.