Informe sobre las operaciones del Cártel de Sinaloa y el CJNG en América Latina

Un estudio del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos señala que los cárteles mexicanos compiten por el territorio, los aliados y las rutas, el acceso a puertos en Centroamérica y en prácticamente toda Sudamérica

Los dos grupos principales del crimen organizado en México, el Cártel de Sinaloa, y el Jalisco Nueva Generación, no sólo han llevado sus operaciones hacia toda América Latina, sino que sus enfrentamientos se han trasladado a otros países del continente.

Un estudio del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) señala que en Ecuador, por ejemplo, estas organizaciones pelean por territorios y han alterado el panorama de esa que era una de las más pacíficas de América del Sur.

“El CJNG y el cártel de Sinaloa compiten por el territorio, los aliados y las rutas; el acceso a los puertos y al canal de Panamá; el control de los centros de producción de cocaína en la frontera entre Colombia Ecuador y los almacenes de cocaína. También tratan de controlar un sistema bancario mal regulado que opera en dólares estadounidenses y ha convertido a Ecuador en un centro de lavado de dinero”, señala el estudio.

La violencia que aqueja a ese país, que incluso provocó el asesinato de un candidato a la presidencia, está impulsada por la pugna entre las dos bandas más poderosas, Los Lobos, asociados al CJNG; y Los Choneros, aliados del cártel de Sinaloa.

“Así como por el agresivo avance del CJNG hacia nuevas zonas controladas por bandas locales, grupos de traficantes de cocaína vinculados a la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y una variedad de bandas criminales. En 2023, por primera vez en la historia, Ecuador se hizo con el título de país más violento de América Latina, con un aumento de 74 por ciento en su tasa de homicidios, que pasó de 22.5 por cada 100 mil habitantes en 2022 a 44.5 en 2023. La tasa de homicidios aumentó un 800% en los últimos cinco años”.

En enero del año pasado el presidente Daniel Noboa declaró el estado de excepción por 60 días debido a la intensidad de los enfrentamientos entre grupos del crimen.

“Tanto Los Choneros, que toman su nombre de Chone, su ciudad natal, como Los Lobos, proporcionan protección de rutas y control territorial a sus respectivos aliados mexicanos. Los cárteles mexicanos suministraron armas, entrenamiento militar y financiamiento a los grupos ecuatorianos para luchar por rutas vitales a lo largo de la costa”.

Eso ha permitido que las bandas locales crecieran hasta convertirse en grupos armados que extorsionan a pequeñas empresas que operan en los territorios que controlan.

Adaptación y crecimiento

El estudio del IISS señala que el panorama del crimen transnacional latinoamericano pasa por una transformación profunda y los cárteles mexicanos destacan.

“Las organizaciones capaces de adaptarse, diversificar sus actividades y ejercer control sobre territorios imponen nuevas dinámicas sobre el hemisferio. Tradicionalmente los cárteles controlaban áreas geográficas limitadas y movían un solo producto, generalmente cocaína, sin embargo, los nuevos dirigentes trafican con diferentes productos mucho más allá de sus zonas de operación y sus mercados tradicionales”.

Aunque el Cártel de Sinaloa, integrado por diversos grupos como Los Chapitos, hijos de Joaquín El “Chapo” Guzmán; y Los Mayos, subordinados a Ismael “El Mayo” Zambada, tiene más antigüedad, sus oponentes del grupo liderado por Nemesio Oseguera “El Mencho” han crecido vertiginosamente y actualmente venden fentanilo y metanfetaminas en Estados Unidos, compran precursores a proveedores chinos, turcos e indios, controlan extracción ilegal de oro en Ecuador y Venezuela aliados a mafias venezolanas y colombianas.

Sus socios en Europa, como la Ndrangheta italiana les permiten lavar dinero, mientras los contactos en Centroamérica facilitan el contrabando y trata de seres humanos.

“Estas actividades han diversificado las fuentes de ingresos del CJNG y le han permitido mejorar sus capacidades militares, como demuestran los innumerables videos que el grupo publica en las redes sociales en los que sus miembros desfilan armados con ametralladoras, chalecos y vehículos con blindaje artesanal. La organización ha forjado alianzas con el Primer Comando Capital (PCC) de Brasil para lograr acceso a puertos y armas”.

Los Chapos, bajo ataque

El análisis publicado en diciembre indica que el CDS ha sido desplazado por su rival en diferentes territorios, sin embargo, aún tienen gran experiencia y capacidad como traficantes de cocaínametanfetamina fentanilo.

Pese a los ataques, en los últimos años logró asociarse con el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, “que actualmente opera sobre todo en Venezuela bajo la protección del régimen de Nicolás Maduro, que le dio acceso a zonas selváticas fronterizas a cambio de apoyo militar y económico”.

Explosión de drogas sintéticas

Ambos grupos se dedican a la venta de drogas sintéticas como metanfetamina y fentanilo por las ventajas que ofrecen: los costos de producción son menores, es más sencillo trasportarlas y hay menos riesgos de incautación y se producen con mayor rapidez.

Los cárteles mexicanos importan precursores químicos y producen sus propias drogas sintéticas, normalmente en forma de pastillas cuya fabricación cuesta diez centavos de dólar y se venden a un precio de entre 5 y 25 dólares cada una” en Estados Unidos.

Los cárteles consiguen los químicos para fabricar drogas en dos provincias de China y los componentes llegan a América Latina en barcos de carga que se introducen en embarques con etiquetas alteradas, empresas fantasma y facturas falsas.

“Los productos químicos se comercializan y venden en Internet y en la red oscura a través de redes de intermediarios que mantienen abastecidas las instalaciones de producción del CJNG y de otros grupos”.

Violencia de los cárteles, hacia Sudamérica

El asesinato del candidato presidencial en Ecuador, Fernando Villavicencio, a mediados de 2023 puso de relieve el problema del crimen organizado en América Latina y cómo ha permeado éste en distintas esferas de la vida pública en la región, tanto que en la clase política de distintos países se habla de un nivel tal de penetración que es imposible disociar el fenómeno de la cosa pública. Los cárteles mexicanos de Sinaloa Jalisco Nueva Generación (CJNG) están en el ojo del huracán. Inmediatamente después de los señalamientos del narco mexicano detrás del magnicidio, el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negó que hubiera elementos para sostener dicha versión.

Apenas a finales de julio de 2023, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) afirmó que el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) operan mundialmente con 26 mil y 18 mil 800 elementos, respectivamente, lo que da una suma de 44,800 efectivos en su estructura criminal, número que quintuplica el número de agentes, analistas y afiliados de la agencia antidrogas estadounidense que es de 9,000 miembros.

“Estamos mapeando a estos dos cárteles en todo el mundo y a lo largo de Estados Unidos”, dijo Anne Milgram, directora de la DEA.

De acuerdo con el análisis de la DEA, el Cártel de Sinaloa tiene presencia en 19 de las 32 entidades federativas de México y en más de 100 países. Por su parte, el CJNG se ha identificado con presencia en todos los continentes, excepto en la Antártida, y en 21 estados del país.

Los intereses convergentes del crimen organizado colombiano, mexicano, estadounidense y europeo conducen al incremento de violencia que se vive en Ecuador por ser punto neurálgico de la logística para mover mercancía ilegal.

Influencia de cárteles mexicanos

El general Glen VanHerck, comandante del Comando Norte de Estados Unidos (NORTHCOM)  y responsable de la seguridad en Estados Unidos, Canadá y México, dijo ante el Pentágono que los cárteles del crimen organizado transnacional operan en alrededor del 30 al 35% del territorio mexicano, “en áreas que son con frecuencia ingobernables”, causando muchos de los problemas en la frontera con México.

La Administración de Control de Drogas (DEA) identificó recientemente a los nueve cárteles mexicanos con más influencia en Estados Unidos.

De acuerdo con el informe Evaluación Nacional de la Amenaza de Drogas 2020, los principales cárteles son: el de Sinaloa, el cártel Jalisco Nueva Generación, los Beltrán Leyva, el cártel del Noreste y Los Zetas, así como Guerreros Unidos, el cártel del Golfo, el cártel de Juárez y La Línea, La Familia Michoacana, y Los Rojos.

El crimen en Ecuador y la liga Colombia con el narco mexicano

En Ecuador, hubo indicios de que el Cártel de Sinaloa está involucrado en el asesinato de Villavicencio, hay que recordar que el mismo candidato había denunciado amenazas de un presunto líder de la mafia local, “El Fito”, a quien se le acusa de tener nexos con el cártel mexicano.

El político había denunciado complicidad del crimen organizado con policías y fiscalías ecuatorianas, la explotación de minas similar al Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en México, Colombia y Perú.

La crisis en Ecuador venía de años atrás. Entre 2020 y 2022 masacres carcelarias han registrado más de 450 asesinatos, 100 de ellos solo en 2022 y tiene como motivo luchas intestinas entre bandas rivales asociadas al Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Amauri Chamorro, experto en comunicación política en América Latina, asegura a la revista Público de España que «Ecuador se había convertido en un narcoestado», algo que Villavicencio sostuvo a lo largo de su campaña.

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