Iván “Salvaje” Villalba es hijo del capo acusado de vender la cocaína contaminada que mató a 24 personas. Fue procesado por liderar desde el penal de Magdalena una facción de la banda de su padre en un barrio de San Martín. Buenos Aires, Argentina.
La jueza federal de San Martín Alicia Vence volvió a procesar con prisión preventiva a Iván “Salvaje” Villalba, el principal heredero del imperio narco que sembró Miguel Ángel “Mameluco” Villalba en los barrios más vulnerables de San Martín. Argentina.
En la resolución, la magistrada destaca que lo revelado en esta nueva investigación contra el clan por la Dirección General de Operaciones Antidrogas Hidrovía del Paraná de la PFA es “desalentador” debido a que padre e hijo ya llevan varios años presos: el menor, desde 2018 en la Unidad N°35 de Magdalena, y el mayor, condenado a 27 años de prisión en 2017, en el Complejo Penitenciario Federal de Rawson.
La jueza Vence puntualizó que el “príncipe” heredero lideraba una facción de la organización en el barrio 18 de Septiembre de la localidad de Billinghurst desde su lugar de encierro, a cargo del Servicio Penitenciario Bonaerense. Lo hizo desde, al menos, el 22 de febrero de 2022 hasta el 22 de noviembre de este año.
Contaba con la complicidad de sus hermanos, encargados de conseguir el armamento por designio de “Salvaje”, y con la ayuda de un Iphone 14,un aparato de similares características al que le habían secuestrado en el pasado durante otras investigaciones, una de ellas, ligada a la “droga envenenada” con carfentanilo que fue vendida el 2 de febrero de 2022 y mató casi al instante a 24 personas.
«Mafia hay una sola», en las paredes del búnker desde donde amenazaron a la banda rival
Aunque aún no accedió a la pericia sobre el dispositivo, la jueza conoce el modus operandi de la banda que opera en el territorio desde hace más de 20 años. La organización criminal tiene un fuerte arraigo en la zona y la connivencia de integrantes de fuerzas de seguridad que liberaron zonas, realizaron falsos allanamientos, dieron avisos antes de la concreción de procedimientos, prestaron ayuda orientada a mejorar la situación policial/judicial de los miembros detenidos “a cambio de la entrega de montos dinerarios en concepto de dádivas”.
Las evidencias colectadas le permiten suponer que “Salvaje” dirigía la actividad mediante el uso de aplicaciones de mensajería, cuya interceptación no es posible, o por videollamada. Pidió al procesarlo, que sea alojado de forma inmediata a una penitenciaria bajo federal, ahora bajo la órbita de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“Lo expuesto es una circunstancia habitual en este tipo de causas y un obstáculo absoluto para darle batalla al narcotráfico, donde las herramientas con las que cuentan sus responsables se multiplican y perfeccionan día tras día. En ese sentido, el uso de aplicaciones que evitan ser auscultados o la posesión de teléfonos no registrados en el interior de los complejos penitenciarios son una situación casi normal, por no decir la regla, que facilita la dirección de la empresa criminal desde allí y torna casi estéril todo esfuerzo orientado a su persecución y neutralización”, detalla el documento al que tuvo acceso Infobae.
Como se dijo, nada de esto es nuevo para los investigadores y de aquí la frustración a la que hace mención la jueza. Sin embargo, dentro del complejo entramado que compone la estructura comandada por “Mameluco”, cuya influencia territorial lo llevó a intentar competir por la intendencia en 2010 por el PJ local; hay algunos elementos novedosos.
Una imagen de las armas adquiridas por la banda que fue enviada a «Salvaje» para su aprobación
Uno de ellos es el poder en aumento que detenta el hijo predilecto del jefe. Incluso, los detectives detectaron que su grupo se identifica con una singular frase que fue encontrada en un búnker del barrio 18 de Septiembre, donde se sospecha que grabaron las amenazas dirigidas a los líderes de un grupo narco rival: ”Max Alí Alegre y Blas Gómez si no abandonan la Villa 9 de Julio en 48 horas van a ser desbaratados a sangre y fuego”. El video fue viralizado en febrero de este año.
“La mafia es una” y “la mafia es una y no se traiciona”, habían escrito en las paredes de la edificación en la que guardaban droga, armas y indumentaria policial. El mismo leitmotiv acompaña un posteo de Facebook realizado por uno de los principales laderos del príncipe heredero: Luca Nahuel Baigorria, alias “Dylan”, quien sería uno de los hijos no reconocidos de “Mameluco”.
En esta oportunidad, Vence procesó a Iván por considerarlo coautor penalmente responsable del delito de organización y financiación de un grupo de personas dedicado al tráfico de estupefacientes y de la tenencia de armas y municiones de uso civil y de guerra, sin la debida autorización legal.
A la facción se le secuestró un verdadero arsenal: un revólver calibre .22 milímetros Rugger, new model single six con numeración 68-56144; una ametralladora semiautomática calibre 9 milímetros, patente 130.475; una escopeta de quiebre calibre 12 con cacha de madera; un cargador extendido marca FLICKR; municiones de distintos calibres; chaleco antibala con funda de nailon azul; y un arma de fuego tipo ametralladora gris de fabricación casera, cargada con 19 proyectiles “SP 9×19″.
Miguel «Mameluco» Villalba
Este jueves, además, trascendió la advertencia de la Justicia al Gobierno por los policías sucios de la Bonaerense que trabajan para “Mameluco”. Este jueves por la mañana, Vence, dedicada junto al secretario Hernán Roncaglia a investigar a Miguel Ángel Villalba, el mayor narco de la provincia de Buenos Aires, envió una nota a cuatro destinatarios: el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, los titulares de las carteras de Seguridad nacional y bonaerense, Patricia Bullrich y Javier Alonso, respectivamente; y el ministro de Justicia de la administración de Axel Kicillof, Juan Martín Mena.
En el texto, al que accedió Infobae, Vence relata “dos problemáticas que aparejan una gravedad de carácter institucional”. Decirlo así tal vez sea una cortesía. El oficio, de 11 páginas, relata la historia de los policías sucios que colaboraron con Villalba para alertarlo de las investigaciones en su contra.
Villalba, jefe de un clan familiar capaz de recaudar 22 millones de pesos por día, con un control de sangre y plomo de más de 20 años en las villas de San Martín, es investigado hoy por lavado de dinero a gran escala y por vender la cocaína contaminada con carfentanilo que mató a 24 personas en febrero de 2022. Goza, según Vence, de “la connivencia con la que cuenta la empresa criminal de parte de funcionarios que integran distintas fuerzas policiales y que está orientada al impune desarrollo de su actividad delictiva”.