La escasa remuneración que en los últimos tiempos dan las cuentas bancarias y los depósitos ha animado a muchos usuarios que buscan rentabilizar sus ahorros a invertir en otros productos financieros de mayor riesgo.
De forma paralela ha aumentado el número de delincuentes que, haciéndose pasar por entidades de inversión, tratan de estafar al ciudadano. Es algo de lo que periódicamente avisa la Comisión Nacional del Mercado de Valores ( CNMV).
El supervisor ha detectado un fraude realizado por empresas no autorizadas -lo que comúnmente se denomina ‘chiringuitos financieros’- que utilizan datos identificativos de empresas autorizadas que sí están inscritas y cuentan con su permiso para operar.
El objetivo que buscan es el de «confundir al inversor dando una apariencia de legalidad». Estos delincuentes utilizan de forma legítima, incluso en sus páginas web, elementos de identificación «idénticos o muy similares» a los de las empresas que sí están debidamente autorizadas e inscritas en la CNMV.
Para no caer en este tipo de trampas el supervisor recomienda que, cuando recibamos una oferta de productos financieros, comprobemos una serie de datos como la denominación social, la marca comercial, la sede y direcciones postales, el dominio y dirección web, o el número de registro en el organismo supervisor.
Si alguno de estos parámetros no coinciden con los que nos han comunicado, o tenemos dudas sobre la identidad de la empresa vendedora, debemos preguntar a la CNMV y rechazar «ofertas inesperadas» hasta comprobar que proceden de entidades debidamente inscritas en el supervisor. ¿Cómo se comprueban los datos de la entidad?
Siempre ha de hacerse desde la página web de la CNMV, y nunca a través de enlaces en correos electrónicos o en el sitio web de la empresa que ofrece una inversión.
Si no encontramos datos de contacto en el registro de la comisión o tenemos dudas al compararlos con los comunicados por la empresa, debemos ponernos en contacto con el departamento de inversores de la CNMV antes de realizar inversión alguna.
En el buscador de entidades advertidas de la página web de la CNMV se pueden localizar este tipo de ‘chiringuitos’ financieros, ya que tanto la comisión como otros organismos reguladores extranjeros han incorporado en su denominación el vocablo ‘clon’ para identificarlos en dicho buscador.