Cientos de mujeres y niñas han sido violadas por combatientes afines al gobierno de Etiopía en la norteña región de Tigray, contra la que el Ejecutivo mantiene una ofensiva armada desde noviembre pasado, denunció el miércoles (10.11.2021) Amnistía Internacional (AI).
Antilavado de Dinero / DW.
«Soldados y milicianos sometieron a las mujeres y las niñas de Tigray a violación, esclavitud sexual, mutilación sexual y otras formas de tortura, a menudo entre comentarios étnicos ofensivos y amenazas de muerte», declaró la organización tras publicar un nuevo informe.
Los responsables son miembros de las Fuerzas de Defensa Nacionales de Etiopía, las Fuerzas de Defensa de Eritrea, la Policía Especial de la Región de Amhara, y Fano, una milicia amhárica, reveló.
El informe se basa en entrevistas a personal médico y a 63 supervivientes de violencia sexual. Entre ellas, 28 señalaron a las fuerzas eritreas como únicos autores de su violación y ocho contaron cómo habían sido violadas por soldados etíopes y eritreos, y milicias asociadas.
Además, 12 mujeres afirmaron haber sido violadas por soldados y milicianos delante de familiares, incluidos niños y niñas, y cinco de ellas estaban embarazadas cuando fueron violadas.
A algunas de las víctimas les introdujeron en la vagina «grandes clavos, grava y otros fragmentos de metal y plástico», causándoles lesiones duraderas y «probablemente irreversibles».
Según el informe, los centros médicos de Tigray registraron 1.288 casos de violencia de género entre febrero y abril de 2021. En febrero, el Ejecutivo etíope admitió por primera vez que se habían cometido actos de violencia sexual en el conflicto, como venían denunciando la ONU y otras organizaciones.
Rebeldes alegan que informe es «defectuoso»
Los rebeldes de la norteña región etíope de Tigray declararon hoy que la metodología del informe de Amnistía Internacional sobre la presunta violencia sexual cometida por ellos en la región vecina de Ahmara es «preocupantemente defectuosa».
En un comunicado, la Oficina de Asuntos Externos de Tigray indicó que «sería fácil desestimar el contenido del informe» debido a que está basado «en una aplicación de videollamada a distancia, así como en testimonios autocomplacientes de funcionarios regionales y federales».
La guerra entre los rebeldes de Tigray y el Ejecutivo central estalló el 4 de noviembre de 2020, cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el FLTP, partido que gobernaba entonces la región, en reacción a un ataque a una base militar federal.
Hasta ahora miles de personas han muerto, dos millones han sido desplazadas internamente en Tigray y al menos 75.000 etíopes han huido al vecino Sudán, según datos oficiales.