El consejero delegado de BBVA dijo el miércoles que el banco no había identificado ningún impacto relevante en su negocio vinculado a un caso de presunto espionaje, pero que se tomaba el asunto “muy seriamente” y estaba reforzando sus procesos internos.
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón imputó el lunes al BBVA, segundo mayor banco del país, como persona jurídica en la investigación de un supuesto caso de espionaje que se remonta a 2004, según declaró el tribunal en un comunicado.
La decisión del tribunal siguió a una petición del fiscal anticorrupción la semana pasada. BBVA será investigado por cargos de soborno, revelación de secretos y corrupción en relación con las supuestas relaciones del banco con el exjefe de policía José Manuel Villarejo.
“No hemos identificado ningún impacto directo causado por la situación vinculada a nuestro negocio o a nuestro comportamiento en bolsa”, dijo a periodistas el consejero delegado de BBVA, Onur Genc, agregando que el banco era consciente del daño que estaba provocando el caso a su imagen pública.
En su opinión, BBVA se tomó el caso “muy en serio”, y añadió que la investigación se encontraba en una fase temprana. Dijo que no veía la necesidad de dejar de lado ninguna disposición relacionada con el tema.
El consejero delegado también dijo que el caso podría tener un “impacto en el pensamiento a largo plazo de las diferentes entidades interesadas del banco… y obviamente tiene una implicación en el pensamiento de nuestros colegas y de nuestros clientes, etc.”.
Las acciones de BBVA revirtieron las ganancias tempranas y descendían un 1% por la tarde después de los comentarios.
Los diarios digitales El Confidencial y Moncloa.com informaron en enero de que el segundo banco más grande de España había contratado a la firma de José Manuel Villarejo, Grupo Cenyt, para investigar a los dirigentes de Sacyr como parte de los esfuerzos para bloquear una opaferta pública de adquisición por parte de la constructora sobre el banco en 2004.
El banco reconoció que contrató a Grupo Cenyt, una empresa de seguridad propiedad de Villarejo, pero dijo que no había encontrado evidencia de espionaje.
Genc dijo que el banco había fortalecido sus procesos internos para mejorar la gobernanza. “Seguiremos haciéndolo”, añadió.
El banco dijo el martes que había nombrado a Ana Fernández Manrique para reemplazar a Eduardo Arbizu como jefe global de regulación y control interno. Se negó a decir si esto estaba relacionado con el caso.
Genc, que dedicó gran parte de la rueda de prensa de resultados a responder a las preguntas sobre el caso, reiteró el “firme compromiso del banco con el esclarecimiento de los hechos y el cumplimiento de la ley”, y añadió que la investigación interna de BBVA podría seguir nuevas líneas.
El consejero delegado se negó a nombrar a ningún ejecutivo que estuviera siendo investigado.
El juez instructor, Manuel García-Castellón, amplió su investigación a principios de julio a ocho antiguos o actuales empleados de BBVA, pero ninguno de ellos pertenece al actual consejo de administración del banco.
ALD/Reuters