La delincuencia organizada ha expandido sus operaciones al plano digital y ahora la modalidad es hacer uso de los centros de ventas por teléfono, mejor conocidos como “call centers”, para establecer un espectro delictivo de gran magnitud, que va desde encontrar una base de datos hasta crear perfiles de personas que pueden lavar dinero sin ningún tipo de contratiempo.
En el caso de Quintana Roo, los call centers salieron a relucir esta semana con la privación de la libertad de 27 personas que trabajan en este tipo de negocios.
De acuerdo con el reporte de la Fiscalía de Justicia, los calls centers estarían relacionados directamente con el incremento de extorsiones hacia turistas en hoteles de Cancún y la Riviera Maya.
Apenas la semana anterior, la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase) ha registrado varios casos de estafas a turistas que, una vez en sus centros de hospedaje, reciben llamadas telefónicas a sus habitaciones con la intención de obtener datos y realizar la extorsión.
Conase se ha reunido con el sector empresarial de Cancún para advertirles que es necesario capacitar al personal, principalmente aquellos que están en recepción, ya que la forma de operar de los delincuentes es llamar y ahí pedir que los contacten a una habitación.
“Crean confusión a quien recibe la llamada, quien les brinda datos de quién está hospedado ahí. Al hacer el enlace realizan la extorsión al turista para sacarles dinero”, ha indicado Alfredo Avila Uribe, encargado de Conase.
Este tipo de delitos ha ido en aumento, incluso el Consejo Coordinador Empresarial del Caribe hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para reforzar las medidas de seguridad.
El modus operandi
Los call centers se han convertido en la plataforma digital de la delincuencia organizada. Desde este tipo de lugares y mediante un aparente uso ilegal de bases de datos para ofertar todo tipo de servicios, algunos son usados para realizar el robo de identidad, localización de personas y rastrear personas con nivel adquisitivo alto.
Desde hace dos años el Consejo Ciudadano por la Seguridad indicó que en el país se han presentado más de 30 mil denuncias por este tipo de prácticas que forman parte de un espectro delictivo digital.
Asimismo, el Consejo Ciudadano ha precisado que tales centros de contacto o centros de mercadeo vía telefónica se escudan principalmente en el anonimato para evitar las denuncias y sanciones respecto al temor y la molestia que pueden llegar a generar en los ciudadanos y que entre la oferta de bienes y servicios destaca la promesa de presuntos premios por usar la tarjeta de crédito Visa o Mastercard.
El organismo explicó que en la mayoría de las modalidades piden los datos de las tarjetas de crédito, pero que en el caso del presunto premio ganado, citan a las personas en hoteles u oficinas virtuales que rentan por unos días, al llegar les piden identificación y datos personales y los de sus tarjetas, dándose posteriormente en algunos casos el delito de robo de identidad.
Indicó que comúnmente, además, ofrecen ventas de servicios casi de manera obligatoria para acceder al premio. Las razones sociales de las empresas no son ciertas y al moverse del hotel u oficina no hay dirección en la cual ubicarlos, lo que dificulta a la autoridad su persecución.
De esta forma, se da el mal uso de bases de datos. Llamadas demasiado temprano o tarde; ofertas de servicios nunca solicitados; insistencia en la venta de productos por días, a pesar de haber expresado abiertamente el rechazo a las mismas; hasta amenazas y malos modos, siguen siendo las principales malas prácticas de los call centers de servicios que afectan a un creciente número de ciudadanos.
Un ejemplo de la forma en la que operan es el número 5550016500, que cuenta con múltiples reportes y que ofrece servicios de una compañía de gas natural, una universidad y una empresa de tecnología, además de presuntos premios por usar las tarjetas de crédito Visa o Mastercard.
El número 5550016500, que cuenta con sede en Tlalnepantla, Estado de México, puede ser considerado un servicio de call center tercerizado, que ofrece sus servicios a grandes compañías y habla a nombre de ellas sin identificarse realmente, por lo que se dificulta su ubicación para una sanción.
En este tipo de negocios también se encargan de crear perfiles falsos en las redes sociales, además de tener una actualización constante de personas de alto poder adquisitivo rastreadas a través de sus teléfonos celulares.
La operatividad de los calls centers está bien organizada, a tal grado que rentan los inmuebles durante de dos meses únicamente para no ser rastreados y ubicados. Una vez que se cumple ese tiempo, se busca una nueva ubicación y se monta la oficina para obtener toda la base de datos de manera digital.
ALD/Yucatall