Que la música sea un ‘lenguaje universal que une al mundo’, como suele decirse, no es incompatible con la existencia de un lado oscuro en torno a la industria musical.
Una faceta que, de vez en cuando, como ahora está ocurriendo en Suecia ahora mismo, sale a la luz: la novedad es que, esta vez, hay plataformas online y criptomonedas de por medio.
Y es que un reciente artículo del periódico Svenska Dagbladet ha arrojado luz sobre una perturbadora conexión entre el crimen organizado y la plataforma de música en streaming Spotify, que ha llevado a muchos a preguntarse si la música no se ha convertido en un vehículo más para el lavado de dinero de las mafias.
Y no estamos hablando de cualquier clase de mafia: Suecia protagoniza uno de los mayores índices de atentados con bomba/granada del mundo, por culpa de la guerra entre bandas por el control del narcotráfico. A estas bandas pertenecen personajes tan públicos como el rapero Yasin Mahamoud —miembro de los ‘Shottaz’— que pasó de liderar los rankings de Spotify a entrar en prisión por el secuestro de otro intérprete.
Lavar dinero sin dar la nota
Ahora, según las fuentes policiales citadas en el reportaje, estos clanes de narcotráfico en Suecia han encontrado en Spotify una manera de blanquear sus ganancias ilícitas. El método gira, precisamente, en torno al ‘mundillo’ del ‘rap gangsta’, un subgénero del rap que promociona el estilo de vida de los pandilleros y que viene experimentando un auge en popularidad en el país escandinavo.
Estas bandas criminales han estado recurriendo a una estrategia ingeniosa: compraron falsas reproducciones de canciones en Spotify —a través de las conocidas como ‘granjas de clics’— utilizando bitcoins obtenidos de su actividad criminal, lo que les permitía garantizar que los raperos asociados con bandas específicas ocuparan los primeros lugares en las listas de reproducción de Spotify en Suecia… y logrando así convertir dinero «sucio» en ingresos «legítimos».
La mecánica detrás de esta artimaña es simple pero efectiva: Spotify paga a los creadores de canciones en función de la cantidad de reproducciones que reciben sus canciones. Por lo tanto, al aumentar artificialmente el número de reproducciones, los artistas obtenían ingresos adicionales y una mayor visibilidad en la plataforma.
Ante estas acusaciones, Spotify ha declarado que están comprometidos en combatir cualquier forma de manipulación de reproducciones en su plataforma. Afirman que menos del 1% de todas las reproducciones en Spotify a nivel global son identificadas como artificiales, y estas son rápidamente detectadas y eliminadas antes de que se realicen los pagos correspondientes.
Sin embargo, los medios suecos han denunciado que la empresa no ha proporcionado detalles específicos sobre la naturaleza de las investigaciones internas ni sobre los pasos que están tomando para abordar el problema.