¿Cuál es el destino de la fortuna del pedófilo Jeffrey Epstein?

El valor de su fortuna era de 577,6 millones de dólares al momento de su muerte, y para resguardarlo, el magnate pedófilo Jeffrey Epstein firmó un testamento 48 horas antes de su muerte, calificada como suicidio según la justicia.

Antilavadodedinero / France 24

Hasta ahora se desconoce quienes son los beneficiarios del fideicomiso conocido como «Trust 1953», pero lo que sí se sabe es que el listado de propiedades es largo. Del monto total, 56 millones de dólares quedaron en efectivo; el resto en propiedades y acciones.

Tal cantidad de dinero se ha diluido con el paso del tiempo al punto que se ha reducido a unos 185 millones de dólares, según información revelada por The New York Times. Tan solo los bufetes de abogados absorbieron 30 millones y aún está pendiente una demanda civil por fraude en las Islas Vírgenes. Eso, sin contar que después de muerto sigue pagando impuestos y mantenimiento de sus propiedades.

Dejó dos islas en el archipiélago de las Islas Vírgenes (EE.UU): Little Saint James y Great Saint James estimadas en 63 y 22 millones de dólares respectivamente. Su mansión de Manhattan, la más grande de la ciudad, estaba valorada hasta 2019 en 55,9 millones de dólares. Su rancho en Nuevo México en unos 17,2 millones de dólares, su mansión de Palm Beach en 12,4 millones y su apartamento de París en 8,7 millones, recordó France 24.

La fortuna de Jeffrey Epstein nació tras dar asesoramiento financiero y fiscal a empresarios como Les Wexner, dueño de Victoria’s Secret y otras marcas. Pero detrás de tanto dinero y lujosas propiedades se escondían crímenes de abuso sexual que continúan persiguiéndolo luego de su muerte. Y ese dinero también está en el objetivo de sus víctimas y de Ghislaine Maxwell, su expareja condenada por cinco crímenes de tráfico sexual. Ella también demandó al patrimonio para recuperar sus honorarios legales.

Todos quieren su porción del pastel

Tanto dinero al final está desapareciendo porque todos quieren aprovecharlo. No solo se trata de propiedades, Epstein dejó acciones por 112 millones de dólares, inversiones a renta fija de 14 millones de dólares y 18,5 millones de dólares en automóviles de lujo, barcos y aviones.

Pero la fortuna de Jeffrey Epstein no será distribuido hasta que todo termine. Cinco firmas, Troutman Pepper, Hughes Hubbard & Reed, White & Case, McLaughlin & Stern y Kellerhals Ferguson Kroblin, han cobrado honorarios que superan el promedio de casi 900.000 dólares otorgado a las víctimas por el fondo de compensación, añadió el medio estadounidense.

A esto se suma los 121 millones en acuerdos con más de 135 mujeres que lo acusaron de abusar sexualmente de ellas cuando eran jóvenes.

En fin, son cuentas pendientes en todos los flancos. Algunos medios han mencionado a su hermano Mark Epstein, como heredero y otros a Karyna Shuliak, una dentista nacida en Bielorrusia de 31 años y última novia del magnate pedófilo. Supuestamente fue la última que habló con él antes de su aparente suicidio.

La factura de impuestos al patrimonio fue de unos 180 millones de dólares. Hay pagos de 15000 dólares mensuales para mantener la colección de arte de Epstein en un almacén con temperatura controlada en Long Island City; otros 390 dólares al mes para Verizon por servicios telefónicos y alrededor de 154 dólares al mes para Dish por servicios de televisión satelital. Las facturas no paran de llegar.

La demanda en Islas Vírgenes

La cereza del pastel la brinda Denise George, fiscal general del territorio, al presentar una demanda por fraude civil. Evadiendo impuestos que eran necesarios para esa zona, Epstein aprovechó para financiar su red de tráfico sexual. Sus abogados y los de Epstein han tratado de llegar a un acuerdo desde el año pasado.

La ganancia que pueda obtener George depende del dinero que finalmente se obtenga de las venta de las dos mansiones. En un tema que sigue pendiente.

A la par, Ghislaine Maxwell insiste con volver a la libertad luego de años de manipulaciones y de vivir en un espejismo construido sobre violaciones a menores de edad. Su abogada Bobbi Steiner solicitó formalmente un nuevo proceso judicial porque asegura, uno de los jurados fue víctima de abuso sexual y eso pudo influir en su decisión contra su cliente.

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