Un hombre de 55 años del barrio de Foce, en Génova, traficaba con droga mientras regentaba este pequeño negocio. La Policía comenzó a sospechar tras ver entrar a personas que no necesitaban un corte de pelo.
Las detenciones por delitos relacionados con el tráfico y el consumo de drogas siempre suelen generar historias rocambolescas y muy espectaculares. Sin embargo, pocas son tan curiosas como la que se ha producido en Italia recientemente. Concretamente, en la ciudad de Génova, al norte del país.
Allí, una persona ha sido detenida por, supuestamente, participar en una red de tráfico de drogas. Se trata de un hombre de 55 años al que la Policía de Italia tenía fichado y al que llevaban siguiendo un tiempo después de levantar muchas sospechas por llevar a cabo prácticas bastante peculiares.
Este caso, que ahora está en manos de la Comandancia Provincial de Génova, ha generado un revuelo tan grande en el país que ahora ha trascendido sus fronteras. Este hombre, peluquero de profesión, ha sido descubierto por culpa de una particularidad de muchos de sus clientes: eran calvos. Esto provocó que la Policía sospechara de sus conductas.
Toda esta rocambolesca historia ha sucedido en Génova, al norte de Italia. Más concretamente, en el barrio de Foce. Allí, un hombre de 55 años regentaba una peluquería, pero a la vez, se dedicaba a la compra y venta de droga para su distribución. Un negocio de narcotráfico que han destapado involuntariamente sus propios clientes.
El seguimiento de unas pruebas y de una serie de hechos llevaron a la Policía de Italia hasta la peluquería de este hombre. Allí, se dieron cuenta de que buena parte de su clientela eran hombres calvos que, lógicamente, no eran los candidatos ideales para necesitar tantos cortes de pelo. Esta circunstancia hizo crecer las dudas a las autoridades.
«Las autoridades habían notado un extraño ir y venir en la tienda del hombre, propietario de una barbería en el barrio de Foce, en Génova, con la entrada y salida inmediata incluso de personas calvas, que probablemente no necesitaban un corte de pelo». Así lo explicaba el comunicado de la Comandancia Provincial de Génova.
Ante esta situación curiosa e inusual, las autoridades decidieron desplegar un dispositivo de vigilancia para averiguar si realmente, este ir y venir de personas con alopecia podían destapar un negocio que ocultaba un delito. Tras varios días de seguimiento, comprobaron que estaban en lo cierto.
«Algunos clientes, de diferentes edades y profesiones, acudían a la peluquería únicamente con la intención de adquirir estupefacientes, mientras que otros combinaban el corte con la compra de una o más dosis». Esta circunstancia propició que los agentes pudieran hacer un registro del interior de negocio. Y lo que allí encontraron superó todas sus expectativas.
El local contaba con una entreplanta donde este peluquero llevaba a cabo su doble vida. Allí pudieron encontrar 100 gramos de cocaína, cuatro básculas de precisión y materiales para envasar las sustancias que después comercializaba. Tras realizar el registro en la peluquería, prosiguieron con estas labores en su domicilio donde también encontraron varios gramos de hachís. Y tras continuar con sus pesquisas, descubrieron que mantenía relaciones con varios presos de la cárcel de Génova.
En las últimas semanas se han producido 58 detenciones en Italia a personas acusadas de traficar con hachís y marihuana a los que también se investiga por presunto blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.