Gabriela Warkentin conversa con Romain Lecour, experto en violencia en el país norteamericano, sobre la cara oscura del denominado oro verde.
La Super Bowl no es lo único que se celebró este fin de semana en Estados Unidos. El domingo era, también, el día del aguacate. Solo en esa jornada se consumieron más de 3.000 toneladas del alimento, según algunas de las revisiones observadas por la periodista Gabriela Warketin, que en este capítulo de Al habla…, conversa con Roman Le Cour Grandmaison.
El experto en violencia en México e investigador de la organización Global Initiative Against Transnational Organized Crime acaba de publicar un informe junto con Paul Frissard Martínez bajo el título Violento y próspero, el auge del aguacate en México y su relación con el crimen organizado.
“La firma de la certificación para la exportación a EE UU provoca inmediatamente un boom de la deforestación y un boom de las actividades criminales”, advierte el especialista, una de las personas que mejor conoce Michoacán y que ha mapeado al crimen organizado por cada rincón del Estado.
En otras conversaciones con la periodista ha analizado el uso de la tecnología en los ataques del cartel a las poblaciones, y esta vez se centra en la cara oscura del conocido como el oro verde de México.
Se le dice oro verde por la muy alta demanda y el hecho que su precio ha subido enormemente en diferentes mercados y que hay bandas de narcos desplazando aguacatecultores de sus tierras y adeñuandose de las producciones . No hay suficientes aguacates para exportar y satisfacer la demanda mundial.
