Marco A. Mares trabaja en periódicos, revistas, radio, televisión e internet, es especializado en negocios, finanzas y economía habla sobre la oleada de fraudes bancarios que se registra en México, en su afectación a los cuentahabientes, tiene un denominador común: el engaño directo a los usuarios de los servicios financieros.
Antilavadodedinero / Eleconomista
El ahorrador es el eslabón más débil de la cadena, por su falta de precaución, la sugestión psicológica y, en la mayoría de los casos, por su falta de educación financiera.
El hampa organizada (todo indica que se trata de organizaciones delincuenciales) ha encontrado en el pánico, el instrumento más eficaz para que los incautos entreguen sus números de cuenta, sus claves y hasta abran cuentas nuevas, en las que los estafadores depositan el dinero que logran hurtar.
El fraude bancario, hay que decirlo con todas sus letras, es un fenómeno que existe y no se puede ni se debe negar. Los bancos no niegan su existencia y están actuando para combatirlo.
Por otra parte, también es una realidad que los bancos en general han invertido grandes cantidades para evitar los diferentes tipos de estafas, que han venido variando con el tiempo.
En el caso de Citibanamex, que en los últimos días ha estado en el foco de atención por un fraude reciente, las cifras son elocuentes, respecto del blindaje antifraude que está construyendo.
Este banco ha invertido cerca de 90 millones de dólares en tecnología contra el fraude en los últimos seis años.
Las estadísticas sobre el número de fraudes que ha venido registrando también hablan por sí solas.
Las pérdidas por fraude han disminuido 75% en los últimos 5 años; los años 2020 y el 2021 han tenido el nivel de pérdidas más bajo, en 11 años.En el primer semestre de 2022 los resultados reflejaron una disminución, en pérdidas, del 20% contra el año anterior.
Platiqué con Gastón Huerta, director de Prevención de Fraudes de Citibanamex y me explicó que el tipo de fraudes que hoy predominan ya no son del tipo en el que hackean cuentas o falsifican.
Ahora los delincuentes engañan directamente a los cuentahabientes para que éstos les entreguen su información: claves de usuario y contraseñas para acceder o para cambiar la clave de acceso al servicio de banca en línea, que servirá́ para que el estafador tenga acceso a la información de sus cuentas: saldos y movimientos.
Con las claves que la persona proporciona a los delincuentes estos acceden a la cuenta bancaria, y pueden ver la información que tiene: sus saldos y sus movimientos. Por eso, el engañado, cree que en realidad está hablando con un empleado bancario.
Además, los estafadores utilizan el spoofing telefónico –con el que alteran el número del que realizan la llamada– para que el engañado vea en su teléfono el número de teléfono de la institución bancaria.
La información con la que sí cuentan los hampones son las bases de datos de números de teléfonos celulares.
Con estas bases envían miles de mensajes de texto SMS, en los que “avisan” a las personas que hay un cargo en su cuenta bancaria, por tanto, dinero de un X comercio y le piden que conteste si no lo reconoce.
Cuando alguna persona contesta que no reconoce el cargo, le está haciendo saber al estafador que sí tiene una cuenta bancaria en ese banco. Justo ahí es en donde empieza la “ingeniería social” que aplican los delincuentes para realizar el engaño.
Es cuando los estafadores, le hacen sentir a los engañados que su cuenta está en riesgo y le empiezan a pedir información.
En los entretelones de este tipo de estafa hay varios elementos a considerar:
1.- Se trata de grupos delincuenciales organizados, con equipo tecnológico y bases de datos. Utilizan en calidad de “mulas” a personas que engañan para que abran cuentas a las que depositan los recursos que hurtan.
2.- Las empresas telefónicas y el IFT tienen asignaturas pendientes para detectar los números telefónicos –desde los que se envían miles de mensajes SMS– y combatir el spoofing.
3.- El SAT ha recibido, de parte de los bancos, los casos de estafa y toda la información relacionada.
4.- Banxico debería tomar nota de la peligrosidad que tiene la posibilidad de hacer transferencias bancarias inmediatas por elevados montos a cuentas nuevas.