La policía de Bolivia confiscó el sábado en el principal aeropuerto del país andino 160 fusiles de asalto AK-47 que procedían de Turquía, vía Colombia, y realizaba allanamientos para detener a los supuestos destinatarios del cargamento.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, informó a los medios que las armas estaban empaquetadas en cajas en el aeropuerto de Viru Viru, en la ciudad oriental de Santa Cruz, e iban a ser embarcadas a otras regiones desde donde se enviarían de contrabando a otros países. Agregó que fueron descubiertas en una requisa rutinaria de la policía antidrogas.
“Se trata de armas de guerra que sólo pueden ser usadas por grupos armados y estamos investigando su destino final. No descartamos nada por el momento”, señaló Del Castillo.
La fiscalía realizaba allanamientos en varias viviendas de Santa Cruz para dar con los posibles destinatarios. Por el momento no se informó si hay detenidos.
“Se abrió una investigación por tráfico de armas”, señaló la fiscal Delmy Guzmán.
No es el primer decomiso de armas en Bolivia, pero es uno de las más grandes en lo que va del año. Bolivia es considerado un país de paso para el tráfico ilegal de armas, uno de cuyos destinos es el crimen organizado en Brasil y para grupos del narcotráfico, según las autoridades.