En julio de 2021, dando cumplimiento a una orden de captura expedida por la Fiscalía General de la Nación, la Dijin e Interpol de la Policía Nacional, se confirmó la captura del ciudadano australiano Osemah Elhassen, que debido a una petición de extradición por parte de una corte del Distrito Sur de California fue enviado en un avión de la DEA en las últimas horas a los Estados Unidos.
Este hecho se registró luego de que el presidente de la República, Gustavo Petro, autorizará la extradición a través de la resolución 068 del 2023, con la cual se habilitó que el ciudadano australiano, que es acusado de operar desde Bogotá y Medellín un sistema de comunicaciones encriptado con el cual facilitó el trabajo de narcotraficantes de al menos siete países para que pudieran trasladar sus cargamentos sin que las autoridades lo descubrieran.
La solicitud de extradición se habilitó por cuenta del expediente Anom, el cual está siendo procesado por la Corte para el Distrito Sur de California, debido a que Elhassen se camufló en Colombia para operar contactos con varios capos en Estados Unidos, Turquía, Tailandia, Australia, Suecia y España, quienes usaron los servicios que ofrecía el ciudadano australiano por medio de la desmantelada empresa.
De la misma forma, el diario El Colombiano detalló aspectos del expediente federal de Osemah Elhassen; que habría controlado el sistema durante dos años en territorio colombiano, además de encriptar comunicaciones en las que se organizaban los movimientos de drogas, armas y dinero por parte de los criminales, razón por la que el FBI desplegó una operación transnacional para poder capturar a los desarrolladores, incluyendo a Elhassen.
Dentro de los puntos que habrían descubierto las autoridades respecto al programa, se resalta que este habría sido creado con ayuda de miembros de la Policía Federal de Australia, país natal del ahora extraditado, del cual se habrían beneficiado el Clan del Golfo y las disidencias de las Farc en Colombia; por lo que la cuota promedio que debían pagar los capos y organizaciones por seis meses estaría entre los 1.5000 y 2.000 dólares, teniendo alrededor de 9.500 puntos de este sistema encriptado.
“Los administradores, distribuidores y agentes de la empresa Anom les describían sus dispositivos a sus clientes como ‘diseñados por delincuentes para delincuentes’, y dirigían sus ventas a personas que sabían, o tenía motivos para saber, que participaban en actividades ilegales, incluido el tráfico internacional de drogas y lavado de dinero”, indica uno de los folios que tiene una corte federal en Estados Unidos contra el ciudadano australiano.
La Policía Federal de Australia reveló que solo los criminales más poderosos tenían acceso al sistema, por lo que aquellos que quisieran adquirir estos servicios debían acceder por medio de otro que ya estuviera asociado, por lo que este secretismo hacía que las labores para arrestar a los programadores fuera aún más difícil durante los operativos transnacionales; misma razón por la se desconoce la identidad de los delincuentes en cuestión que lo utilizaron en Colombia.
La ubicación de Elhassen y más de 500 integrantes de la organización se descubrió por medio de una plataforma de mensajería, por lo que los datos e información que se compartían por esta herramienta eran conocidos por las autoridades de Estados Unidos que operaban de manera encubierta.
A pesar de que la captura de Osemah Elhassen se registró en julio de 2021, no fue sino hasta el 22 de febrero de 2023 que la Sala Penal de la Corte Suprema aceptó el envío del ciudadano australiano a los Estados Unidos, la cual se radicó en marzo y fue autorizada por el presidente Gustavo Petro.