El administrador de los Estados Unidos que se ocupa del procedimiento de quiebra de FTX se ha referido al desaparecido exchange como el «gran fracaso empresarial más rápido de la historia de Estados Unidos» y pide que se lleve a cabo una investigación independiente sobre su caída.
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En una moción presentada el 1 de diciembre, el fideicomisario Andrew Vara señaló que, en el transcurso de ocho días de noviembre, los deudores «sufrieron una pérdida de valor prácticamente sin precedentes», desde un máximo de mercado de USD 32,000 millones a principios de año hasta una grave crisis de liquidez tras una «proverbial ‘corrida bancaria'»:
“El resultado es lo que probablemente sea la gran quiebra empresarial más rápida de la historia de Estados Unidos, que ha dado lugar a estos casos de quiebra en ‘caída libre’”.
Vara ha pedido un examen independiente de FTX, afirmando que era «especialmente importante debido a las implicaciones más amplias que el colapso de FTX puede tener para la industria de las criptomonedas.»
Los examinadores independientes suelen intervenir en los casos de bancarrota cuando interesa a los acreedores, o cuando las deudas no garantizadas superan los USD 5 millones.
Este tipo de examinador ha sido llamado en otros casos de bancarrota de alto perfil, como Lehman Brothers, y más recientemente para examinar las acusaciones de mala gestión de Celsius como parte de su caso de bancarrota del capítulo 11 que está en curso.
«Al igual que los casos de quiebra de Lehman, Washington Mutual Bank y New Century Financial antes de ellos, estos casos son exactamente el tipo que requieren el nombramiento de un fiduciario independiente para investigar e informar sobre el extraordinario colapso de los deudores», dijo el Fideicomisario.
Vara añadió que, en lo que respecta al colapso de FTX, «las cuestiones que están en juego aquí son demasiado grandes e importantes para dejarlas en manos de una investigación interna.»
Según la moción, el nombramiento de un examinador -que requiere la aprobación del juez- redundaría en beneficio de los clientes y otras partes interesadas, ya que podrían «investigar las sustanciales y graves acusaciones de fraude, deshonestidad, incompetencia, mala conducta y mala gestión» de FTX.
Además, la moción sugiere que un examinador podría investigar las circunstancias que rodean el colapso de FTX, los fondos de los clientes que se trasladaron fuera del exchange y si las entidades que han perdido dinero en FTX pueden reclamar la devolución de las pérdidas.
El CEO de FTX, John J. Ray III, que sustituyó a Sam Bankman-Fried el 11 de noviembre, se ha mostrado muy crítico con las operaciones de la empresa desde que tomó el control, señalando el primer día en el tribunal que se utilizaba «software para ocultar el uso indebido de los fondos de los clientes» y «una ausencia total de información financiera fiable», añadiendo que el control estaba concentrado «en manos de un grupo muy pequeño de personas sin experiencia, poco sofisticadas y potencialmente comprometidas.»
Aunque el fideicomisario reconoce que las partes interesadas estarán preocupadas porque el nombramiento de un examinador tendrá costes y puede cruzarse con la investigación interna de FTX, sugiere que estas preocupaciones no niegan la necesidad de un examinador.
En noticias relacionadas, la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York y la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. han enviado una serie de solicitudes a inversores y empresas que trabajaron estrechamente con FTX, pidiendo información sobre la empresa y sus figuras clave.
De momento, las autoridades aún no han formulado cargos, pero parecen estar investigando de cerca el exchange.
