Hijo del presidente Bolsonaro enfrenta acusaciones de lavado de dinero en Brasil

El senador Flávio Bolsonaro, hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro, negó el miércoles haber lavado dinero con transacciones inmobiliarias, como sugieren indicios recogidos en una investigación de la Fiscalía divulgados por la prensa brasileña.

El hijo mayor del mandatario de ultraderecha, de 38 años, compró y vendió 19 apartamentos y locales comerciales en Rio de Janeiro entre 2010 y 2017, en transacciones con las que habría obtenido un lucro de más de tres millones de reales (790.000 dólares), según relata el Ministerio Público de Rio de Janeiro en un documento obtenido por la revista Veja y replicado en periódicos, informó AFP.

En un caso, el valor de la venta de un apartamento en Copacabana fue 292% superior al precio de compra, una variación en un lapso de 15 meses incompatible con los valores del mercado y que, según la Fiscalía, puede ser un indicio de lavado de dinero.

Flávio Bolsonaro, que antes de ser electo senador en 2018 era diputado regional de la Asamblea de Rio de Janeiro, negó por Twitter las revelaciones de Veja.

«Los valores informados son absolutamente falsos y no llegan ni de cerca a los valores reales. Siempre declaré todo mi patrimonio a las autoridades impositivas y todo es compatible con mis ingresos», añadió Bolsonaro, que se dice víctima de «filtraciones ilegales».

«Tengo mi pasado limpio y jamás cometí ninguna irregularidad, en toda mi vida. Todo será probado en el momento oportuno, dentro del proceso legal», concluyó.

La Fiscalía relata las transacciones sospechosas en un documento en el que pide a la justicia el levantamiento del secreto bancario y fiscal de Flavio Bolsonaro y de más de 90 personas, como parte de una investigación sobre presunto desvío de dinero, a través de la contratación de funcionarios «fantasma», en el despacho del exdiputado regional. El pedido fue dispuesta por la justicia el mes pasado.

La investigación que puso bajo la mira a Flávio Bolsonaro y a su exchofer y exasesor Fabrício Queiroz comenzó el año pasado, luego de que un informe del Consejo de Control de Actividades Financieras (COAF) detectara movimientos bancarios de hasta 1,2 millones de reales en 2016 (344.500 dólares al cambio promedio de ese año) en una cuenta de Queiroz, una suma aparentemente incompatible con sus ingresos.

Uno de los movimientos es un depósito de 24.000 reales en la cuenta de Michelle Bolsonaro, esposa del primer mandatario. También fueron detectadas transacciones «atípicas» en las propias cuentas de Flávio, como 48 depósitos en efectivo de 2.000 reales cada uno, entre junio y julio de 2017.

El caso ha sembrado incógnitas alrededor de la familia del mandatario brasileño, quien durante su campaña prometió combatir la extendida corrupción en Brasil.

ALD/EU

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