Italia ha aumentado sus importaciones de crudo ruso a pesar de los esfuerzos de la UE para poner fin a los lazos con la energía rusa en una consecuencia no deseada de las sanciones occidentales contra el Kremlin.
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Rusia ha exportado alrededor de 450.000 barriles por día de crudo a Italia este mes, más del cuádruple que en febrero y la mayor cantidad desde 2013, según Kpler, una empresa de datos de materias primas. Como resultado, Italia está preparada para superar a los Países Bajos como el centro de importación más grande de la UE para el crudo ruso transportado por mar.
Dos tercios de esas exportaciones tienen como destino Augusta, un puerto en Sicilia cerca de la refinería ISAB controlada por Rusia.
La refinería, propiedad de la empresa con sede en Moscú Lukoil, solía asegurar una variedad de suministros en todo el mundo gracias a las líneas de crédito de los bancos europeos. Aunque Lukoil no está bajo sanciones, los prestamistas han dejado de proporcionar financiamiento después de que la UE impuso sanciones a Moscú por su invasión de Ucrania, lo que obligó a la refinería a depender únicamente de los suministros de su empresa matriz, según funcionarios gubernamentales, banqueros y líderes sindicales con conocimiento de los envios
“Es paradójico, la UE quería penalizar las importaciones energéticas rusas, pero aquí en realidad ha sido incentivado por las sanciones”, dijo Alessandro Tripoli, secretario general del sindicato FEMCA CISL para las provincias de Siracusa y Ragusa en Sicilia.
“Solo el 30 por ciento del crudo de ISAB era ruso antes de las sanciones, ahora es el 100 por ciento porque los bancos italianos bloquearon las líneas de crédito de la refinería, por lo que Lukoil se ha convertido en su único proveedor”.
Los crecientes envíos de crudo a las refinerías de propiedad rusa en la UE se producen cuando el bloque está trabajando en formas de alejarse de los combustibles fósiles rusos y subrayar la complejidad de implementar un embargo a las importaciones de petróleo ruso, como ha instado Bruselas.
ISAB procesa hasta el 22 por ciento del crudo de Italia y exporta a docenas de países. Fundada en 1972, fue adquirida en 2008 por Litasco, una entidad con sede en Suiza controlada por Lukoil.
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Las exportaciones de crudo ruso también han saltado al puerto de Trieste, cerca de la frontera nororiental de Italia con Eslovenia. El puerto está conectado a través del oleoducto Transalpine a dos refinerías en Alemania que son propiedad parcial de Rosneft, otra compañía energética rusa.
