Un tribunal de justicia tailandés aprobó este lunes el plan de reestructuración presentado por la aerolínea nacional Thai Airways, que se declaró en bancarrota en mayo a raíz de la suspensión de rutas por la pandemia de la COVID-19.
AntilavadoDeDinero / EFE
Los magistrados del Tribunal Central de Quiebras, en Bangkok, además nombraron a la auditoria Ernst & Young y otros seis actuales directivos de la compañía aérea para supervisar el plan de reestructuración.
Thai Airways sufrió unas pérdidas netas de 28.000 millones de baht (763 millones de euros o 902 millones de dólares) en el primer semestre del presente año como consecuencia del impacto de la pandemia de COVID-19.
La compañía de bandera tailandesa, que canceló todos sus vuelos regulares el pasado 1 de abril, ha visto cómo sus ingresos caían un 56,9 % en el primer semestre, hasta los 40.000 millones de baht (1.080 millones de euros o 1.280 millones de dólares), con lo que sus deudas han ascendido a 332.000 millones de baht (9.000 millones de euros o 10.600 millones de dólares).
Unos 6.000 empleados, o un 30 % de los 20.000 trabajadores de la aerolínea, han sido despedidos a raíz de la suspensión de operaciones, mientras que el resto ha visto reducidos sus salarios.
La crisis económica a raíz de la pandemia de la COVID-19 ha aumentado la presión sobre las finanzas de Thai Airways, que acumula pérdidas desde hace años y cuyas acciones controla en su mayoría el Ministerio tailandés de Finanzas.
El gobierno de Tailandia ultima un plan, que podría ser aprobado en octubre, para conceder a las aerolíneas créditos blandos por valor de 24.000 millones de baht (646 millones de euros o 770 millones de dólares), que irán acompañados de una extensión del periodo de reducción de impuestos en el combustible y la exención o reducción de tarifas de operaciones como las tasas de aterrizaje.