‘DevTernity’ presentaba a ponentes femeninas que luego se ‘caían’ a última hora del programa. Algunas contaban con perfiles sociales operados por el organizador, que cobra 800 € de media a cada asistente.
En medio de una creciente polémica en Twitter, dos figuras prominentes en la comunidad tecnológica se han enfrentado en un debate público sobre la inclusividad de un evento tecnológico llamado DevTernity.
La controversia gira en torno a denuncia por parte de Gergely Orosz de que dicho evento —organizado por Eduards Sizovs— muestra como ponentes mujeres inexistentes, con rostros generados por IA y perfiles sociales operados por el susodicho organizador.
Todo sale a la luz
El 24 de noviembre, Gergely Orosz (autor de la popular newsletter sobre programación ‘Pragmatic Engineer’) publicó una serie de tuits en los que denunciaba la existencia de dichos perfiles falsos: según afirmaba, de las pocas mujeres incluidas en el evento, al menos dos de ellas eran perfiles completamente ficticios:
«Imagina una conferencia tecnológica que […] atrae a algunos de los ponentes más destacados en la industria tecnológica, incluyendo a tres ponentes mujeres. Ahora, imagina mi sorpresa al descubrir que dos de esas mujeres son perfiles falsos. No existen».
«Uno de los perfiles falsos de mujer supuestamente es una colaboradora central de Ethereum y una ingeniera de personal en Coinbase. No existe tal colaboradora, nadie ha oído hablar de ella en Coinbase«.
Sin embargo, ha estado en la web, presentada como ponente, durante 10 meses, mientras se vendían las entradas al evento. Pero, peor aún… ya en la edición de 2022 se presentó otra ponente, supuestamente miembro de la plantilla de Coinbase… que tampoco existe (y que, obviamente, se ‘cayó del cartel’ a última hora).
Y hay más:
«[Hay] otra conferencia sobre Java [la JDKon], del mismo organizador, donde Alina Prokhoda, Microsoft MVP e ingeniera senior de WhatsApp, es una ponente destacada. ¿Sabías que la supuesta Microsoft MVP y empleada de Meta no existe?».
Pero, ¿y las fotos de ambas ponentes? ¿Quiénes son? «Imágenes generadas mediante IA», explica Orosz.
Y la cosa se agrava…
Pero la cosa no termina ahí. Liz Fong-Jones, CTO de HoneyComb.io, ha estado investigando el evento y ha descubierto otro caso de falsa ponente, una cuyos perfiles estaban siendo manejados por el propio Sizovs:
«Esto es mucho peor. Parece que Eduards Sizovs ha estado operando cuentas en las redes sociales, incluso aquí en LinkedIn, pretendiendo pertenecer a una tal Julia/Julija Kirsina […]».
La primera persona a la que siguió en Instagram la tal Julia fue… al organizador del evento.
«El contenido que publica «ella» es el mismo que el de Eduards, excepto por la adición de un emoji de guiño o beso. Sus fotografías en Instagram son cuasieróticas, en las que usa pantallas y camisetas de código a modo de accesorio.
Pero, ojo, estamos hablando de un perfil que lleva existiendo 5 años, y que suma 115.000 seguidores.
«Su historial profesional en Xing es inventado. Y el de publicaciones y GitHub hace que parezca que salió de la cabeza de Zeus completamente formada, dispensando sabiduría sobre programación sin evidencia de una curva de aprendizaje».
Orosz ha querido comprobar también la legitimidad de este perfil y se ha encontrado con que el mencionado perfil de Xing afirma que ‘Julia’ es ‘software architect’ de Uber en Estonia… un país en el que la citada compañía sencillamente carece de oficinas destinadas al desarrollo de software.
Si los ponentes son falsos… ¿por qué iban a ser de verdad los patrocinadores?
Orosz ha seguido excarbando en la «sordidez de DevTernity» y ha encontrado otro engaño descarado: la sección «Nuestros amigos» de la web del evento da a entender que muestra a los patrocinadores.
«Jetbrains ha estado ahí en todas las ediciones hasta ahora. Pues bien, en realidad desde 2018 no patrocinan la conferencia. […] No saben por qué su logo seguía apareciendo».
Según explica, lo más lógico es asumir que ocurra lo mismo con el resto de ‘amigos’ del evento, que en teoría reúne a lo más granado de Silicon Valley:
La insatisfactoria respuesta de Sizovs
Eduards Sizovs, el organizador de DevTernity, respondió en una extensa publicación a las acusaciones de Orosz al día siguiente. En su respuesta, Sizovs defendió su compromiso con la «inclusión» y la «diversidad» en su evento, afirmando que había trabajado arduamente para hacer de DevTernity un «espacio seguro»:
«Este año, pese a nuestros intentos, hemos conseguido un nivel de diversidad de ponentes peor de lo esperado […] Ha habido miles de actos que han perseguido al mismo pequeño subgrupo de ponentes femeninas. Como resultado […] acabamos con [sólo] tres ponentes: Sandi, Julia y Kris. Me alegré mucho cuando dijeron «Sí»».
«Pero entonces, el peor sueño del organizador de la conferencia se materializó: dos de nuestras señoras abandonaron. Sandi por problemas de salud; Julia pasó a ayudar con la organización (no se puede hacer las dos cosas, hablar y organizar). […] Pero siguieron apareciendo en la página web mientras yo buscaba un sustituto. […] Pregunten a Sandi o a Julia. Así que acabamos con una sola oradora: Kris».
Si estáis confusos, un apunte: en el momento en que Sizovs realizó estas declaraciones, aún no había trascendido que Julia (la ‘ponente’ que, pese a la ausencia de mujeres en el programa, pasó a realizar «labores de organización») era tan sólo un perfil falso gestionado por Sizovs.
Como podéis comprender, este ‘detalle’ pone en duda la verosimilitud de toda la respuesta del organizador.
Aunque claro, aun ignorando eso, la respuesta no es muy convincente que se diga, pues afirma que todo fue un error técnico, no una estratagema deliberada para mejorar la diversidad del evento. No, para nada:
«El problema es que, junto con Sandi y Julia, también había un personaje de demostración de nuestra versión de prueba del sitio web. No debería estar ahí, ya que llegó por error (es autogenerada, con un título aleatorio, un nombre de Twitter aleatorio y una foto aleatoria). Me di cuenta del problema en octubre, pero mi mente ocupada optó por aplazarlo hasta que finalizáramos el programa».
Lo normal, vamos. Por fortuna, ya está todo solucionado, pese al malvado Sizovs que ha querido dejarle mal ante los compradores de las entradas al evento online (que han pagado unos 800 dólares de media):
«Ya está arreglado y no volverá a ocurrir. […] También quiero pedir disculpas a cualquier orador que se haya confundido. […] Pero el daño ya está hecho, así que mi mensaje es para el Sr. Orosz: […] es una vergüenza lo que ha hecho. Me iré a pasar el fin de semana apagando los fuegos que usted provocó, señor Orosz».
Por supuesto, no está todo ‘arreglado’: los ponentes reales han empezado a desvincularse del evento (y del inminente ‘JDKon’) en masa, según ha señalado Orosz, por lo que la realización del mismo peligra.