Nuevos audios publicados este domingo refuerzan la idea de que el presidente de Perú Martín Vizcarra y su entorno quisieron ocultar la relación del mandatario con el cantante Richard Swing, motivo que la oposición esgrime para justificar un juicio político para destituirlo y sucederle en la Presidencia.
AntilavadoDeDinero / EFE
Esas revelaciones coincidieron de forma simultánea con la denuncia del Ejecutivo que miembros de la oposición presionaron para cambiar la Constitución y postergar las elecciones generales ya convocadas para abril de 2021.
Además, también denunciaron que hubo más contactos del presidente del Congreso, Manuel Merino, uno de los promotores del juicio político que se sigue a Vizcarra, con altos cargos de la Armada, previos al destape de todo este escándalo político.
En caso de prosperar la destitución, Merino asumiría la jefatura de Estado.
Los nuevos audios tienen como protagonista a Karem Roca, secretaria del presidente desde hace mas de diez años y aparente responsable de las grabaciones.
«ES AMIGO»
De las nuevas grabaciones se desprende con mayor fuerza que, aunque el presidente ha negado mantener una amistad con Swing, nombre artístico de Richard Cisneros, su relación era mucho más cercana de la que dijo.
«Es amigo, más que amigo», se le escucha decir a la ex secretaria de Presidencia Mirian Morales en una conversación con Roca, presunta autora de las grabaciones, en un audio difundido por el programa dominical Panorama.
En esa conversación Morales y Roca mencionan hasta cinco correos electrónicos tramitados para permitir el ingreso de Swing al Palacio de Gobierno y mencionan que era recibido personalmente por Vizcarra, con un trato especial, pues se le permitía ingresar con teléfono móvil.
De momento, Vizcarra admite tan solo haber coincido alguna vez con él, pese a que el tono y los comentarios de las interlocutoras en la grabación al referirse al tema apuntan a una relación más cercana.
En las grabaciones se desprende un antagonismo profundo de Roca hacia Morales, a quien responsabiliza de «las mentiras» por este tema.
Las viviendas de ambas fueron allanadas el sábado por la Fiscalía junto a la de Swing.
También se supo durante las trasmisiones televisivas que las dos integrantes del círculo más íntimo de Vizcarra dejarán este lunes sus cargos.
Morales dimitió el sábado tras los allanamientos fiscales, mientras que Roca, quien negó públicamente ser autora de las grabaciones pese a que la evidencia apunta lo contrario, será despedida el lunes, según anunció el primer ministro, Walter Martos, en una entrevista en el programa dominical Cuarto Poder.
JUICIO POLITICO
Estas grabaciones serán material extra para el juicio político contra Vizcarra que está previsto para el viernes próximo y ha abierto una nueva crisis entre Gobierno y Congreso en Perú que esta vez puede cambiar el signo político del jefe de Estado.
La oposición promovió este proceso al publicarse el jueves unas primeras grabaciones donde el presidente intenta presuntamente ocultar su vinculación con el artista.
Allí, Vizcarra y sus asistentes parecen coordinar una misma versión para ofrecer a la Fiscalía, que investiga si Swing se valió de su amistad presidencial para obtener contratos irregulares en el Ministerio de Cultura.
El viernes la Cámara votó llevar a cabo la denominada moción de vacancia, si bien la votación fue mas estrecha de lo previsto para sus promotores por las dudas que comenzaron a surgir sobre el origen de los audios, las personas que los difundieron y las gestiones del propio Congreso durante todo este asunto.
Ya el sábado se supo que el presidente del Congreso, Merino, había intentado contactar con los líderes de las FF.AA en varias ocasiones.
FUERZAS ARMADAS ENVUELTAS
El primer ministro Martos reveló precisamente este domingo que estos intentos del presidente del Congreso se remontan a fines de agosto, cuando buscó reunirse con el comandante general de la Armada para tratar «un evento» que ocurriría en septiembre.
El primer ministro ya hizo pública el sábado una llamada de Merino al máximo mando de la Armada para anticiparle, incluso antes de que se presentase la moción de destitución contra Vizcarra lo que iba a suceder y transmitirle «tranquilidad».
Estos contactos fueron denunciados tajantemente por el Gobierno, que acusó a Merino de involucrar a las FF.AA en este proceso político para tener el apoyo de los militares en caso de que él se convirtiese el nuevo presidente de Perú.
Esto alimenta la idea de «complot contra la democracia» que denunció Vizcarra, después de que desde hacía semanas hubiera rumores de que el Congreso planeaba su destitución en plena crisis sanitaria y económica por el COVID-19.
«Una vacancia (destitución) presidencial en estos momentos sería terrible, por la inestabilidad que tendría el país con esta ruptura constitucional. Hay intereses políticos detrás de esto. Sería un total desastre para el país», lamentó Martos.
INTENTO DE APLAZAR ELECCIONES
En ese sentido, la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Ana Neyra, reveló en el Canal N que distintos partidos buscaron antes de esta crisis consensuar con Vizcarra una reforma constitucional para aplazar las elecciones generales de 2021 a 2023.
Esta propuesta, rechazada de pleno por Vizcarra, que asumió la Presidencia en 2018 por la dimisión del expresidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), haría que los peruanos estuviesen siete años sin elegir a su presidente.
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El objetivo de estos partidos opositores era prolongar sus funciones dentro de un Congreso de corta vida tras haber sido elegidos en enero de 2020 en unas elecciones extraordinarias tras la disolución constitucional del parlamento ordenada por Vizcarra el año pasado.
Toda esta grave crisis política ocurre en plena pandemia del COVID-19, que tiene a Perú como el primer país del mundo en mortalidad relativa con más de 30.500 muertos (94 por cada 100.000 habitantes) y el quinto a nivel global en casos confirmados con casi 730.000 contagios acumulados.