¿Qué es el fentanilo y cómo se usa en la industria del narcotráfico?

Durante los últimos años, la industria del narcotráfico ha girado en torno a un opioide sintético usado en hospitales como anestesia y para el tratamiento de dolores intensos; utilizado también de forma ilegal por adictos como un sustituto de heroína: hablamos del fentanilo.

antilavadodedinero / lostiempos

El fentanilo es un potente opioide sintético que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Este fármaco, de venta con receta, es seguro cuando se toma según lo prescrito por un médico para tratar el dolor intenso. Sin embargo, el fentanilo fabricado ilegalmente se distribuye a través de los mercados de drogas ilegales que ha generado miles de muertes por sobredosis en América del Norte, particularmente en Estados Unidos.

Desde 2019 a 2022, las muertes por sobredosis de fentanilo aumentaron un 94 por ciento y se estima que casi 200 estadounidenses fallecen cada día por consumirlo. Unos 106 mil habrían muerto por sobredosis de fentanilo solo en 2022.

Desde que se produjo por primera vez hace más de 60 años, el fentanilo ha matado a más gente en Estados Unidos que las guerras de Vietnam, Afganistán e Irak juntas.

Popularidad

La popularidad de este opioide sintético aumentó debido a que su efecto es “extremadamente potente”, por lo que su consumo en México y Estados Unidos se ha desbordado principalmente entre jóvenes de 15 y 29 años.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el fentanilo se vende en forma de píldora y es relativamente barato producirlo.

Aunque esta droga no es nueva en el mercado, autoridades estadounidenses en los últimos meses han mostrado preocupación por la distribución de este opioide que ahora se vende a niños en forma de pastillas de colores, como si fueran recetas o dulces inofensivos.

Martín del Campo, experto en el tema, afirma que producir y transportar un kilo de la droga les cuesta a los carteles mexicanos mil dólares, pero las ganancias rondan los 1,5 millones de dólares. “Es como si yo te pidiera un peso de inversión para iniciar un negocio y te prometiera 1.500 en ganancias”, comenta a El País.

Producción ilícita

Hace algunos días y para no ceder ante las críticas desmedidas desde Estados Unidos, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que en su país no se produce el estupefaciente, aunque esas afirmaciones han sido refutadas por funcionarios estadounidenses, políticos, académicos y por el hallazgo de laboratorios clandestinos en operativos de su Gobierno.

El presidente matizó después que sí se produce, pero sólo en “el troquelado” de pastillas. La narrativa del mandatario ha sido reforzada por la Cancillería, que asegura que México es un país de “acondicionamiento final” del producto, que es algo así como el “pastillado”, pero que la droga no se sintetiza en México, una posición discutida por los analistas. Las dinámicas delictivas de las últimas décadas apuntan a un hecho que repite una y otra vez: los narcos están donde está el negocio.

Más potente

La heroína ha sido desplazada del mercado negro por el fentanilo, un opioide sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente.

Compra de los precursores

Los cárteles recurren cada vez más habitualmente a precursores, que son las sustancias que se usan para fabricar el fentanilo. Se sabe que muchos narcotraficantes acuden a farmacéuticas de India y China para comprar los compuestos químicos, que muchas veces no están regulados ni prohibidos. Por eso, se usan plataformas de la llamada dark web, que dan anonimato a sus usuarios, o incluso, se consiguen en páginas de Internet comunes y corrientes.

La inteligencia estadounidense señala en un informe publicado en febrero que también muchos laboratorios usan etiquetas falsas o dicen que los compuestos se van a usar para un fin diferente.

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