La senadora Kirsten Gillibrand, desde la Gran Manzana, anunció el avance de un proyecto de ley bipartidista para evitar que las sobredosis de fentanilo, sigan causando más muertes a las comunidades de Nueva York. En sí, la legislación propone dar golpes certeros a la raíz de los negocios de los fabricantes y traficantes.
Se trata de la Ley de erradicación de fentanilo y disuasión de narcóticos (FEND), la cual crea por una parte vías para perseguir a los traficantes de opiáceos, y por otra, acciones más severas para combatir el lavado de dinero que hace posible el tráfico de este poderoso narcótico.
“Hemos perdido demasiadas vidas por sobredosis de fentanilo y asumo el compromiso de trabajar con mis colegas en el Congreso, para mantener a nuestras comunidades a salvo de los mortales opioides sintéticos”, anunció Gillibrand.
El proyecto de la senadora neoyorquina, faculta al gobierno para sancionar sin contemplación, por varios medios a los traficantes, en un momento en que existe la certeza que la mayoría del fentanilo ilegal que ingresa a los Estados Unidos, se elabora con precursores químicos chinos y se fabrica en México.
Esta legislación daría facultades especiales a las agencias gubernamentales de perseguir a los carteles que traen estas drogas peligrosas al país, pero también a toda la cadena de producción y distribución internacional.
También se propone ampliar la aplicación de sanciones y brinda herramientas al Departamento del Tesoro para combatir el lavado de dinero relacionado con este narcótico.
La iniciativa exige a la Casa Blanca que sancione a las organizaciones criminales transnacionales y miembros clave de los cárteles de la droga, que se dedican al tráfico internacional de fentanilo.
Estas ideas fueron apoyadas por Bridget Brennan, fiscal especial de narcóticos de la Ciudad de Nueva York, quien interpreta que esta legislación permitiría perseguir a las organizaciones extranjeras que suministren los productos químicos necesarios para producir esta droga ilegal. Se facilitaría incautar sus activos y confiscar sus bienes.
“Se ordenaría a las instituciones financieras que busquen transacciones relacionadas con el tráfico de fentanilo, lo que conduciría a la congelación de sus fondos. Estas son las herramientas sofisticadas necesarias para abordar esta crisis devastadora”, explicó Brennan.
El drama de fentanilo en NY
El fentanilo es un “asesino silencioso” que no se puede detectar por el gusto, el olfato ni la vista cuando se mezcla con otras drogas, y estuvo involucrado en el 80% de las muertes por sobredosis en la ciudad de Nueva York en 2021.
“Apenas el año pasado, la DEA incautó suficientes dosis letales de fentanilo en Nueva York, suficientes para tres veces más la población del estado”, dijo la senadora Gillibrand.
De acuerdo con el Instituto Nacional contra el Abuso de Drogas, el fentanilo es un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente. Es un fármaco recetado, que a veces también se usa en forma ilegal.
Este opioide sintético se describe también como 50 veces más fuerte que la heroína.
Al igual que la morfina, por lo general se indica a pacientes con dolores intensos, especialmente después de una operación quirúrgica. A veces se usa para tratar a personas que sufren de dolor crónico y presentan tolerancia física a otros opioides.
El fentanilo de forma ilegal también se mezcla con otras drogas como cocaína, heroína, crack y metanfetamina, esto es especialmente peligroso porque quien consume estas drogas, por lo común, no sabe que se les ha agregado este narcótico.
