Dentro del sistema financiero mexicano, los bancos más grandes del país, considerados dentro del G7 bancario, así como aquellos que se dedican a la actividad cambiaria, son los que representan un mayor riesgo de lavado de dinero.
Asimismo, respecto a las actividades no financieras, la comercialización de obras de arte, de metales y piedras preciosas, joyas y relojes, así como de monederos y certificados de devoluciones o recompensas, también representan el mayor riesgo de blanqueo de capitales.
Este viernes, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) presentó la Evaluación Nacional de Riesgos 2023, que es un documento donde se identifican, analizan y evalúan los riesgos que tiene México en materia de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
En el documento, se detalla que tanto el G7 bancario (BBVA Bancomer, Citibanamex, Banorte, Santander, HSBC, Scotiabank e Inbursa), así como aquellos dedicados a la actividad bancaria, son los de mayor riesgo para el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
En un nivel medio de riesgo, se encuentran las casas de cambio, la banca de desarrollo, los bancos dedicados al crédito a los hogares, las cooperativas de ahorro y préstamo, la banca de inversión, los transmisores de dinero, los bancos enfocados al segmento comercial, las financieras de objeto múltiple (sofomes) reguladas, las casas de bolsa, las instituciones de tecnología financiera, los centros cambiarios y uniones de crédito.
En un nivel medio bajo, están las uniones de crédito, las sociedades operadoras de fondos de inversión, los almacenes generales de depósito, las sofomes no reguladas y las sociedades distribuidoras de acciones de fondos de inversión.
En un nivel bajo se encuentran las afores, las instituciones de seguros y fianzas, así como los asesores de inversión.
Actividades vulnerables
Dentro del rubro de actividades vulnerables, la ENR destaca que las operaciones de obras de arte, así como de metales y piedras preciosas, joyas y relojes, así como los monederos y certificados de devoluciones o recompensas, son consideradas como las de mayor alto riesgo para el lavado de dinero.
Por su parte, las tarjetas prepagadas, vales o cupones, la compraventa de vehículos aéreos marítimos o terrestres, la fe pública, las actividades de mutuo, préstamos o créditos, tienen un nivel bajo.
Mientras que los servicios de blindaje, tarjetas de servicios de crédito, juegos con apuesta, transmisión de derechos sobre bienes inmuebles, recepción de donativos, derechos personales de uso o goce de inmuebles, el desarrollo inmobiliario, los activos virtuales, los servicios profesionales y el traslado o custodia de dinero o valores, representan un riesgo medio-bajo dentro de los estándares de la UIF.
Principales amenazas
Dentro del documento, se destacan como principales amenazas en el país para el lavado de dinero, los siguientes factores:
- Delincuencia organizada.
- Volumen de recursos ilícitos generados en México.
- La corrupción.
“El delito precedente que más reportes (antilavado) genera es el delito de narcotráfico. Se identifican alertas relacionadas con narcotráfico, cárteles, grupos u organizaciones delictivas, diversas drogas como fentanilo, cocaína, marihuana, metanfetaminas y otras conocidas”, se puede leer en el documento.
La ENR es respuesta a la primera recomendación del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), donde se sugiere que cada país realice un ejercicio de autoevaluación de sus riesgos asociados al lavado de dinero, financiamiento al terrorismo y al financiamiento a la proliferación de armas de destrucción masiva.
El objetivo de este documento es implementar y desarrollar un régimen eficiente, eficaz, coordinado y de calidad en materia de prevención y combate al lavado de dinero.