Uruguay ha avanzado mucho en adecuar su legislación para cumplir con los estándares internacionales sobre combate al lavado de activos, pero todavía debe mejorar y ser más eficaz a la hora de los controles, dijo a Sputnik el saliente secretario nacional para la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo, Daniel Espinosa.
Antilavadedinero / Mundo.sputniknews.com
Espinosa refiere así a los resultados del más reciente informe de evaluación del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), publicado en enero, y que muestra el estado de situación de Uruguay en términos de combate al lavado de activos y financiamiento al terrorismo.
Supone además una suerte de balance de la gestión de la secretaría que encabezó el funcionario hasta el 28 defebrero, ya que este 1 de marzo asume en Uruguay un nuevo Gobierno, con el consiguiente cambio de las autoridades políticas del Ejecutivo.
Espinosa explicó que en los últimos años Uruguay ha mejorado su capacidad de control, incluso ampliando las áreas de fiscalización para prevenir el lavado de activos, pero destacó que en algunos aspectos estas mejoras son todavía incipientes.
Así, el informe de Gafilat advierte sobre los «riesgos internos» para controlar a las llamadas «actividades y profesiones no financieras designadas», que incluyen al sector inmobiliario, la construcción y las zonas francas, entre otros sectores considerados «de riesgo» en términos de facilitar el lavado de activos.
De ese modo, la secretaría comenzó a realizar inspecciones, pero también recomendaciones y capacitaciones para los diferentes actores.
«Si no hay supervisión, sanción, capacitación incluso, (estos actores) no cumplen» con la normativa, afirmó el funcionario, quien destacó la importancia de «marcar presencia».
En este sentido, el informe Gafilat observa los bajos niveles de cumplimiento de la norma, y también exige a la secretaría que tenga un cabal conocimiento de estos rubros.
«Siempre que empezás a aplicar una nueva norma hay incumplimiento, pero a veces no es mala voluntad; ahí les hacés recomendaciones, pero lo importante es estar en la cancha y que los otros sepan que estás ahí», explicó Espinosa.
La evaluación del organismo señala que las «obligaciones específicas» de estos sectores son recientes, lo que los vuelve «particularmente vulnerables en materia preventiva y pueden ser utilizados como canales idóneos para el lavado de activos y la financiación del terrorismo».
Según el informe de evaluación, de las 40 recomendaciones, Uruguay tuvo 16 cumplidas y 23 mayormente cumplidas. La recomendación restante no recibió calificación.
Transición
Según informó más temprano Álvaro Delgado, quien será el secretario de Presidencia de la nueva administración, la Senaclaft será encabezada por el expresidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Chediak.
Sin embargo, como ha ocurrido en varios organismos, no fue posible realizar un proceso de transición, o bien porque el Gobierno electo aun no designó autoridades, o bien como en este caso, lo hizo el último día de función de los actuales jerarcas.
La única reunión que mantuvo Espinosa con representantes del gobierno electo fue a fines de diciembre.
«Pero no tuvimos otra», lamentó.
Asimismo, Espinosa se refirió a los contenidos del borrador de la ley de urgente consideración, un paquete de reformas económicas, sociales y estructurales que el nuevo Ejecutivo presentará al Parlamento.
Una de las mayores polémicas tiene que ver con la derogación de algunos puntos de la ley de inclusión financiera, que anula la obligatoriedad de pagar salarios o realizar transacciones monetarias que superen los 4.000 dólares, a través de entidades bancarias.
Respecto a las transacciones, criticó duramente que se habilite realizar compras millonarias, o de cientos de miles de dólares, en efectivo.
«¿Por qué permitís que un campo o una casa de un millón de dólares, se compre en efectivo? ¿Cuál es el argumento?», inquirió.
Si bien el Gafilat realiza monitoreos anuales, sus informes de evaluación son publicados cada cinco años.