En una entrevista, el Pollo Carvajal señaló a El Aissami y a Néstor Reverol, de haber recibido sobornos para ignorar las redes de narcotráfico de Walid Makled.
Antilavadodedinero / InsightCrime
El otrora narcotraficante civil más poderoso en Venezuela, el ciudadano venezolano con ascendencia siria Walid Makled -también conocido como “El Turco” o “El Árabe”- gestionaba los cargamentos de cocaína que salían del país por mar y aire, con destino a Centroamérica y Europa.
En vez de dirigir una organización narcotraficante tradicional con un ala armada, Makled ante todo actuó como agente comercial, vendiendo sus servicios al mejor postor; desde los elementos corruptos militares de Venezuela (conocidos como el “Cartel de los Soles”), hasta las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). A cambio Makled prometía el paso seguro de los cargamentos de cocaína, que partían de Venezuela por toneladas.
Además contaba con el apoyo de algunos gobernadores del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y funcionarios del gabinete de Hugo Chávez.
Historia
Walid es miembro de una de las familias empresariales más prominentes de Venezuela; los Makled, quienes empezaron con un supermercado y venta de electrodomésticos. Entre 2000 y 2008 los valores de los negocios familiares aumentaron de tal forma que tenían entre sus bienes bodegas y muelles de carga en el puerto más grande del país, Puerto Cabello, y Aeropostal, la segunda aerolínea más grande de Venezuela para entonces. La familia tenía también los derechos para controlar y distribuir urea en Venezuela, un fertilizante que puede llegar a ser usado como un precursor para la fabricación de bombas y que tradicionalmente sólo puede ser comercializado con permisos militares especiales. Los negocios familiares crecieron especialmente rápido entre los años 2004 y 2008, de acuerdo a una investigación del Ministerio Público a sus transacciones bancarias sospechosas.
Incluso al inicio de su carrera criminal, sus actividades eran aparentemente facilitadas por la complicidad de las fuerzas de seguridad y oficiales del gobierno. Su primera empresa criminal fue el robo de camiones. Él mismo ha dicho que llegó un punto en el que controlaba a 300 hombres armados que robaban 30 camiones a la semana, todo esto bajo la protección de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de Venezuela.
Su primera aparición en el radar antidroga de las fuerzas antinarcóticos de Estados Unidos fue en el año 2004, cuando la Administración para el Control de las Drogas (DEA por sus iniciales en inglés) hizo una redada a una de las bodegas de la familia Makled por urea y precursores químicos para la fabricación de narcóticos, sospechosos de llegar a manos ilegales. Sin embargo, luego de que el presidente Hugo Chávez terminara la cooperación formal de Venezuela con la DEA en el año 2005, el caso fue cerrado.
Mientras los negocios de la familia Makled seguían creciendo, también lo hacia la habilidad de El Turco para transportar toneladas de cocaína a través del hemisferio. Se cree que las 5,5 toneladas de cocaína decomisadas de un avión DC-9 en Ciudad del Carmen, México, que provenían de Caracas, eran parte de una operación organizada por Makled.
El cargamento de cocaína fue, según parece, comprado a las FARC e iba dirigido al Cartel de Sinaloa. Este cargamento salió desde la rampa presidencial del aeropuerto Simón Bolívar, el terminal más importante de Venezuela. En su pico más alto el negocio de Makled contrabandeaba hasta 10 toneladas de cocaína al mes.
El inicio de su decadencia fue en 2008, cuando su hermano menor Abdala Makled se lanzó como candidato a la alcaldía de la tercera ciudad más grande de Venezuela, Valencia, la capital del estado de Carabobo. Abdala hizo su campaña como un independiente pro-Chávez, y su campaña estuvo enmarcada por dádivas masivas de electrodomésticos y comida, lo que le ayudó a ganar apoyo popular. Mientras aseguraba su lealtad hacia el régimen de Chávez, pero al mismo tiempo su candidatura parecía estar restándole apoyo al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en Carabobo.
Se cree que esta batalla política llevó al gobierno a su primer esfuerzo serio de desmantelar las operaciones de Makled. El 13 de Noviembre de 2008, las fuerzas de seguridad allanaron una propiedad de la familia Makled, en donde encontraron 392 kilos de cocaína. Tres hermanos fueron arrestados, mientras que Walid se perdió del ojo público y sólo volvió a salir a la luz cuando fue arrestado en Cúcuta, ciudad fronteriza de Colombia, en el año 2010. Fuentes consultadas por InSight Crime sugirieron que el ejército plantó la cocaína en la finca de Makled para así poder arrestarlo.
Luego de su arresto, embistió con declaraciones públicas acerca del poder en Venezuela, afirmando: “Todos mis socios en los negocios son generales”. También declaró haber financiado una de las campañas presidenciales de Chávez a cambio de concesiones en Puerto Cabello.
Cuando el presidente de Colombia Juan Manuel Santos accedió a extraditarlo a Venezuela en vez de a Estados Unidos, argumentando que era buscado en Venezuela por homicidio mientras que en Estados Unidos sólo tenía cargos por narcotráfico, esto fue ampliamente visto como parte de un esfuerzo de Santos para persuadir a Venezuela para perseguir a las guerrillas de las FARC que viven al interior del país.
Actividades criminales
A pesar de que comenzó robando camiones, Makled rápidamente se convirtió en un importante capo al facilitar varios cargamentos internacionales de droga. Se cree que El Turco usaba estos negocios –especialmente las bodegas familiares y la flota de barcos y vehículos en Puerto Cabello– para proveer el servicio de transporte a los narcotraficantes. Cuando el negocio fue creciendo, Makled estableció su propia red de narcotráfico usando pistas de aterrizaje familiares en Venezuela y transportando el cargamento ilícito por Centroamérica y México.
Una acusación de Estados Unidos en contra de Makled (pdf) presentada en septiembre 2010 afirma que el venezolano coordinó varios vuelos que cargaban cargamentos de cocaína de múltiples toneladas con destino a Estados Unidos y Europa entre 2006 y 2009.
El expediente de Makled en Caracas tenía 900 páginas de acusaciones que resaltaban el alcance de sus presuntas actividades criminales.
En 2015, el narcotraficante fue condenado a 14 años y seis meses de cárcel, su hermano Abdalá fue condenado a seis años y seis meses por el delito de ocultamiento de arma de fuego, y sus otros dos hermanos, Basel y Alex, fueron condenados a ocho años de prisión por el delito de legitimación de capitales.
Makled también había sido acusado de dos homicidios –uno de un periodista y otro de un veterinario– así como de asociación ilícita y posesión de armamento ilegal, pero fue absuelto de esos cargos.
Esta decisión fue apelada por el Ministerio Público (entonces dirigido por Luisa Ortega Díaz) que, además, inició una investigación contra el juez que sentenció a Makled, Alí Fabricio Paredes, señalado de favorecer al narcotraficante al absolverlo de los dos homicidios. Por esta causa, Paredes estuvo preso algunos días, y perdió su cargo. La apelación tuvo como resultado el incremento de la pena de Makled, de 14 a 21 años.
Tras el éxito de la apelación, el Ministerio Público solicitó una segunda extensión de la pena de Makled. Sin embargo, en esta oportunidad, el Tribunal Supremo de Justicia desestimó la petición. En el fallo, redactado por el presidente de la Sala y del TSJ, Maikel Moreno, calificó el recurso como “manifiestamente infundado”.
Geografía
Las operaciones de Makled estuvieron basadas principalmente en Venezuela, en particular en Puerto Cabello. Sin embargo, mientras su imperio se expandía, estableció una red de narcotráfico que se extendía por Centroamérica, en especial en Honduras y México, los cuales eran los puntos de conexión para transferir drogas a Estados Unidos y Europa.
Aliados y enemigos
Makled ha aceptado públicamente que su red de tráfico sólo era posible gracias a la complicidad de los más altos cargos militares y gubernamentales de Venezuela. “Todos mis socios en los negocios son generales”, dijo una vez. También ha afirmado haberle pagado a varios miembros de la Asamblea Nacional de Venezuela, además de haber financiado varias campañas políticas del PSUV.
Makled también llevaba una credencial firmada por el exmagistrado de la Suprema Corte, Eladio Aponte, lo que ha sido interpretado como una prueba de la influencia que tenía Makled en la más alta e importante corte venezolana. Un poder que parece mantener en otras instancias del Estado Venezolano, pues, pese a su reclusión, ha recibido importantes beneficios, como su traslado al Hospital Militar para atención médica, que no gozan otros reclusos de El Helicoide, donde Makled cumple su pena.
Además en marzo de 2018 protagonizó un escandaloso episodio, al amenazar al mayor general retirado del Ejército Clíver Alcalá Cordones, quien durante su gestión al frente de dependencias militares en el centro del país mantuvo una disputa con Makled presuntamente relacionada con el tráfico de drogas.
Aunque se supone que cumple condena de 14 años de prisión —con las restricciones que esto implica—, El Turco difundió un video en su cuenta personal de Instagram con las amenazas a Alcalá. En el video no usa el uniforme asignado a los presos en Venezuela y está sentado en un sofá en un lugar que luce más acogedor que una prisión.
Makled también es sospechoso de haber mantenido vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al proporcionarles armas a cambio de cocaína.
Entre sus múltiples señalamientos, Makled también ha dicho tener conocimiento acerca de las actividades del grupo militante libanés Hezbolá en Latinoamérica.
Aunque estas denuncias siempre parecieron poco creíbles, en febrero de 2019 el exjefe de inteligencia de Venezuela, mayor general Hugo Carvajal Barrios, en una entrevista con el New York Times, acusó a Tarek El Aissami, ex vicepresidente de la República y ex vicepresidente y Ministro de Industrias de haber establecido nexos con el grupo terrorista desde 2009, y haber facilitado su ingreso a Venezuela.
En la misma entrevista, Carvajal señaló a El Aissami y a Néstor Reverol, Ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de haber recibido sobornos para ignorar las redes de narcotráfico de Walid Makled. Relató que en 2012, cuando investigaban en Venezuela una propiedad de Makled, su equipo había interceptado un envío de 400 kilogramos de cocaína que llegó al sitio en un avión pequeño.
Después de la confiscación, asegura, recibió una llamada en la que le dijeron que las fuerzas armadas habían determinado que el envío no contenía narcóticos, lo que él interpretó como un intento desde el gobierno para que Makled recuperara su carga. Carvajal, quien fue detenido en Madrid en abril de 2019, dijo que pudo revertir la decisión de regresar el envío.
Pero el propio Carvajal también figuraba en la lista de los aliados de Makled, según dijo el narcotraficante, quien aseguró haber trabajado con personas del entorno de Carvajal, en la época en que este fue jede de la Dirección General de Contra Inteligencia Militar.
En 2016, Reverol fue acusado por el mismo Makled de haberse apropiado de sus bienes y de 140 millones de dólares producto del narcotráfico, pero el funcionario desmintió estas declaraciones.
Perspectivas
El juicio de Makled en Venezuela comenzó en abril de 2012, en medio de especulaciones de si su decisión de no testificar públicamente significaba que había llegado a algún tipo de acuerdo con el gobierno a cambio de no identificar a funcionarios venezolanos cómplices en actividades ilícitas.
El 10 de febrero de 2015 fue sentenciado a 14 años y seis meses de prisión por narcotráfico y lavado de dinero, pero fue absuelto de cargos sobre armas, crimen organizado y homicidio.
En respuesta, la fiscal general de Venezuela prometió apelar la decisión de la corte, y oficiales arrestaron de inmediato al juez que sentenció a Makled por presunto favoritismo. En una decisión de agosto de 2016, una corte de Caracas incrementó la sentencia de Makled a 21 años y seis meses.
El imperio de Makled se deterioró de manera significativa desde su arresto en 2008. Tres de los hermanos Makled también fueron sentenciados después de su arresto en 2008; dos por lavado de dinero y otro por ocultación de armas.
Dada su larga sentencia en prisión, los cargos de Estados Unidos en su contra y el hecho de que haya nombrado públicamente a varios presuntos miembros de su red, es extremadamente improbable que Makled vuelva a involucrarse en el tráfico de drogas.