En medio de las acusaciones por su presunta vinculación con el narcotráfico, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, aseguró en la UNO que hay capos en EE.UU. que intentan vincularlo con esos delitos mediante «falsos testimonios», a cambio de beneficios procesales.
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«Si pueden obtener beneficios a cambio de falsos testimonios, el sistema de cooperación internacional no será sostenible«, recalcó Hernández, quien estimó que otorgar esas concesiones a los narcos puede abrir la puerta a que «sicarios confesos» arremetan contra «miembros efectivos» que luchan contra el crimen a escala global.
Durante su discurso en el 76° Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, el mandatario también auguró el «colapso en la cooperación» entre los gobiernos que luchan contra el crimen organizado y el narcotráfico, y advirtió del «peligro real» del deterioro de la confianza entre los actores que combaten el flagelo.
Hernández añadió que su gobierno, que culmina en 2022, sigue «comprometido» en la lucha contra el narcotráfico y confía en que EE.UU. «no premiará» a los criminales que han declarado en su contra, y que lo vinculan con las mafias que suministran droga desde Honduras al mundo.
De hecho, recalcó que su gestión ha sido apoyada en distintas ocasiones por el Comando Sur de EE.UU. y por agencias de seguridad, como el FBI y la DEA, a las que señaló incluso de realizar labores de inteligencia en Honduras sin contar con la aprobación ni el conocimiento de su Gobierno.
Transformar el sistema internacional de salud
El titular hondureño también denunció que durante la pandemia causada por el covid-19, los países en vías de desarrollo se han enfrentado a la inequidad en la distribución de las vacunas contra el coronavirus, mientras han tenido que esperar más tiempo para adquirir el medicamento a través del mecanismo Covax.
Al respecto, consideró que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no debería esperar a que ocurran los problemas y su sistema no puede «estar desprevenido», ante las amenazas sanitarias que afectan al mundo, como ha sido el caso del covid-19.
El mandatario centroamericano señaló que el 2020 fue un «año catastrófico» para su país, debido a que fue azotado no solo por la pandemia sino también por desastres naturales, como huracanes y lluvias, que afectaron severamente los cultivos y la infraestructura del país.
En ese sentido, indicó que es urgente tomar medidas para frenar el impacto del cambio climático y aumentar los recursos para desarrollar nuevas tecnologías, que permitan avanzar en políticas para abordar el tema. Del mismo modo, propuso la creación de un Centro de Previsión de Cambio Climático.